Cuatrillizas llenan de alegría a una madre refugiada siria
Walaa se sorprendió al saber que esperaba cuatro hijas. Y a pesar de luchar para satisfacer sus necesidades, ella siempre saca fuerza de sus pequeños "milagros".
Walaa Aldihni y su marido Ali Al Hassouni posan para un retrato con sus cuatrillizas de diez meses.
© Annie Sakkab
IRBID, Jordania, 13 de mayo de 2018 (ACNUR) - Meciendo a una bebé dormida en su brazo, Walaa usa la mano para dar leche de fórmula a otra de sus hijas mientras prepara una botella para una tercera con su mano libre. Tal agilidad se ha convertido en una segunda naturaleza desde que dio a luz cuatrillizas hace 10 meses, pero admite que fue un shock cuando se enteró.
“El primer eco mostró solo tres”, dijo la refugiada de 30 años de Daraa en el sur de Siria. “Cuando volví, me dijeron que eran cuatrillizas, que había una más. Me llevé una gran sorpresa”.
Criar a sus cuatro hijas, Ayat, Ghena, Sarah y Sali, es un gran desafío, especialmente como refugiada en Jordania que lucha con los escasos salarios que su esposo Ali gana en un lavado de autos local. A veces, los padres omiten las comidas para asegurarse de que tengan suficiente dinero para comprar comida, ropa y pañales para las niñas.
Pero incluso cuando las cosas amenazan con abrumarla, Walaa dice que sus hijas le dan la fuerza para seguir adelante. “Es como un milagro. Es algo que es raro”, dice, rodeada de sus chicas gorditas con trajes turquesas a juego. “¡Es hermoso cuando miro a las cuatro, especialmente cuando están durmiendo!”