Mujeres embarazadas huyen de la falta de atención médica en Venezuela
Miles de mujeres embarazadas han salido de Venezuela para proteger las vidas de sus hijos por nacer y las suyas propias.
Roxibel Pulido, de 29 años, en el centro de recepción del ACNUR en Maicao, Colombia.
© ACNUR/Alejandra Romo
Roxibel Pulido, de 29 años, tenía tres meses de embarazo cuando escuchó que el hospital de su vecindario, en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, iba a cerrar.
“El hospital estaba bajo investigación porque tres recién nacidos habían muerto por la falta de un generador”, dijo ella.
En años recientes, los hospitales de Venezuela han luchado con la escasez de suministros y personal, así como con los constantes cortes de electricidad. Entre 2015 y 2016, las tasas de mortalidad materna subieron en un 65 por ciento y la mortalidad infantil, después de los seis días de nacido, aumentó en un 53 por ciento, de acuerdo con datos gubernamentales.
Miles de venezolanos continúan saliendo del país a diario, entre ellos muchas mujeres embarazadas que no pueden recibir atención prenatal apropiada y que no quieren poner en riesgo las vidas de sus hijos por nacer.
“Si se diera alguna complicación, el hospital no me ayudaría y mi bebé podría morir”.
“Es un muy mal momento para estar embarazada en Venezuela”, dijo Roxibel. “Muchas de ellas huyen del país por el amor que tienen por sus hijos por nacer”.
- Ver también: La mitad de los venezolanos en movimiento enfrentan altos riesgos en su camino hacia la seguridad
Junto con sus dos hijos, Santiago, de tres años y Matías de dos, Roxibel llegó a Maicao, una ciudad colombiana cerca de la frontera norte con Venezuela. Colombia es el principal país de acogida de personas migrantes y refugiadas de Venezuela, con más de 1,3 millones.
Después de pasar dos meses en las calles, Roxibel y sus hijos encontraron la seguridad en el nuevo centro de recepción del ACNUR, que actualmente alberga a hasta 350 personas vulnerables de Venezuela, principalmente mujeres, niños y niñas.
En el centro, una enfermera revisó el estado de salud de Roxibel y su bebé, algo que no había podido hacer durante su embarazo en Venezuela.
“Cuando fui al hospital, no había electricidad; cuando quería que alguien me revisara para asegurarse de que las cosas estaban bien, no había nadie para dar consultas. Cuando quise una ecografía, me pidieron una cantidad absurda de dinero que no pude pagar", recuerda.
En el hospital público de San José en Maicao, más de 1.000 mujeres venezolanas fueron atendidas durante el primer trimestre de 2019, dice Zela Cuello, coordinadora de Ginecología y Obstetricia. "Brindamos atención preferencial e integral a todas las mujeres embarazadas, sin ninguna distinción de nacionalidad", dice ella.
Una de las mujeres atendidas en el hospital fue Yorgelis García, de 23 años, quien huyó de Venezuela una semana antes de dar a luz. Desesperada por comida y atención médica, ella y su esposo usaron "trochas", peligrosos cruces informales para llegar a Maicao.
"Fue un viaje difícil", dice Yorgelis. "Mi esposo tuvo que llevar a nuestro hijo de dos años y asegurarse de que no me cayera al suelo".
Cuando vieron su gran vientre y lo difícil que era para ella caminar, otros venezolanos que huían ayudaron a Yorgelis y a su esposo.
"Estoy muy agradecida con Colombia y con la atención médica que he recibido aquí".
La niña de Yorgelis, Yoangeli, nació sana en el hospital de San José hace cinco meses. "Por suerte para mí, pude dar a luz sin complicaciones", dice ella. "Pero sabía que, si hubiera surgido algo, habría estado en el lugar correcto con las personas adecuadas".
Yorgelis y su familia también viven en el centro de recepción de ACNUR. "Antes de entrar, mis hijos se vacunaron y todos nos hicimos exámenes médicos para asegurarnos de que estuviéramos sanos", dice. "Estoy muy agradecida con Colombia y con la atención médica que he recibido aquí".
Ahora que tiene cinco meses de embarazo, Roxibel está convencida de que también va a tener una niña: "Nadie me ha dicho esto todavía, pero lo siento en mi corazón y ella es una guerrera".
Roxibel se preocupa de no poder registrar a su bebé en Colombia para que obtenga la documentación de identidad adecuada. La mayoría de los venezolanos no pueden registrar a sus bebés nacidos en Colombia como ciudadanos venezolanos porque carecen de la documentación adecuada y actualmente no hay servicios del consulado disponibles.
Para obtener la ciudadanía colombiana, la constitución del país estipula que al menos uno de los padres debe ser colombiano o, si ese no es el caso, al menos uno de los padres debe tener una visa de trabajo o temporal en el país, algo que muchos venezolanos no tienen.
El registro nacional de Colombia estima que alrededor de 23.000 niños nacidos en Colombia de padres venezolanos están esperando la nacionalidad colombiana. El Gobierno de Colombia está trabajando con socios para resolver la situación y prevenir futuros casos de niños en riesgo de apatridia.
Hoy a millones de personas en todo el mundo a quienes se les niega una nacionalidad. La falta de documentación tiene consecuencias muy tangibles en sus vidas: a menudo no se les permite ir a la escuela, ver a un médico, conseguir un trabajo, abrir una cuenta bancaria, comprar una casa o incluso casarse.
A través de su campaña #IBelong, ACNUR busca terminar con la apatridia en 10 años. Lea más sobre la campaña aquí.