El nuevo enfoque en la ayuda a las personas refugiadas "cambia las reglas del juego", según la Alta Comisionada Auxiliar para la Protección, Gillian Triggs
GINEBRA - En su primer discurso como Alta Comisionada Auxiliar para la Protección en la 70ª reunión del Comité Ejecutivo de ACNUR, Gillian Triggs se refirió al Pacto Mundial para los Refugiados como a un “cambio en las reglas del juego” en la responsabilidad compartida de la comunidad internacional en la protección de las personas refugiadas, afirmando que el mismo marca el fin de la “situación actual” en la respuesta a las situaciones de refugiados.
“El Pacto nos da una pauta, garantizando que las comunidades de acogida reciban el apoyo urgente que necesitan y que las personas refugiadas puedan llevar una vida productiva con un acceso igualitario a la atención sanitaria, la educación y las oportunidades de empleo”, declaró Triggs.
Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2018, el Pacto pretende establecer un reparto de responsabilidades más predecible y equitativo, reconociendo que no se pueden lograr soluciones sostenibles para las situaciones de refugiados sin la cooperación internacional.
Considerando que la gran mayoría de los refugiados son acogidos principalmente en países en desarrollo, Triggs destacó que el Pacto ofrece una hoja de ruta para que los gobiernos, las organizaciones internacionales y otras partes interesadas mejoren la autosuficiencia de las personas refugiadas y la capacidad de recuperación tanto de las personas refugiadas como de las comunidades de acogida.
Triggs, una reconocida experta en derecho internacional, que ha ocupado varios cargos eminentes antes de integrarse al ACNUR, hizo un llamamiento a los delegados para que apoyen el Pacto y promuevan su implementación, uno de cuyos hitos fundamentales será el primer Foro Mundial sobre los Refugiados, que se celebrará en Ginebra los días 17 y 18 de diciembre de 2019.
Triggs asume su cargo en un momento en que las cifras sobre el desplazamiento forzado en el mundo son más altas que nunca, con 70,8 millones de niños, niñas, mujeres y hombres forzados a dejar sus hogares debido al conflicto y la persecución. De esta cifra, unos 25,9 millones son personas refugiadas, mientras que otros 41,3 millones son personas que se vieron obligadas a desplazarse dentro de las fronteras de sus propios países.
Mientras algunos países adoptan políticas más restrictivas en materia de asilo, Triggs resaltó que los Estados deben cumplir con sus obligaciones internacionales para permitir que las personas que huyen de los conflictos y la persecución soliciten asilo en su territorio.
“Algunos países [...] han cerrado sus fronteras o han implementado controles fronterizos estrictos, negando el ingreso y el derecho a solicitar asilo en el momento de la llegada [...]. Al mismo tiempo, algunos solicitantes de asilo son detenidos en zonas de tránsito, en las zonas internacionales de los aeropuertos, o en cruces fronterizos no oficiales antes de ser expulsados, mientras que otros son inmediatamente devueltos”, explicó ante los miembros del Comité Ejecutivo.
“Si bien los Estados tienen el derecho y la responsabilidad de controlar sus fronteras, también deben cumplir con sus obligaciones internacionales de permitir a los solicitantes de asilo el acceso a su territorio para buscar asilo en un país seguro con prontitud y sin impedimentos”, añadió.
Triggs también destacó que tan solo este año más de 1.000 personas murieron o desaparecieron intentando cruzar el Mar Mediterráneo, y subrayó la preocupación de ACNUR por los graves retrasos en los desembarcos, los desembarcos en lugares inseguros y la reducción de la capacidad de búsqueda y rescate, que están ocasionando esta inaceptable pérdida de vidas.
Triggs también se refirió al creciente número de desplazados internos y al carácter mixto de los movimientos de personas, en los que los refugiados se desplazan por las mismas rutas que los migrantes.
“Hay un consenso cada vez mayor de que es necesario hacer más para apoyar a las naciones afectadas por el desplazamiento interno”, declaró, e hizo referencia a la política de ACNUR sobre la intervención en situaciones de desplazamiento interno, recientemente actualizada.
Triggs concluyó con un llamamiento a los presentes para que conviertan colectivamente las aspiraciones de un ambicioso Pacto Mundial para los Refugiados en realidad, incluso mediante los compromisos que se presentarán en el próximo Foro Mundial para los Refugiados.