Refugiada en Brasil.
“Voy a cumplir 12 años este mes. A mi edad, muchas niñas quieren convertirse en mujeres adultas. Para mí, sin embargo, la vida adulta llegó demasiado pronto. Desde que perdí a mi madre hace tres años debido a conflictos generados por la presencia de grupos armados ilegales en mi país, he estado cuidando de mis cuatro hermanos, cocinando, limpiando y arreglando todo en casa.
El año pasado, junto con mi padre, fuimos todos reasentados en el norte de Brasil. Este año espero poder ir a la escuela otra vez para aprender y jugar con los niños de mi edad. Mi padre también puede por fin respirar un poco más. Ahora ofrece asesoría profesional a cooperativas en la creación de proyectos agrícolas autosostenibles,.
También hemos comprado una casa con ayuda de ACNUR. La Agencia para los Refugiados realizó el primer pago y nosotros pagaremos el resto en tres años. Lo más importante es que nos sentimos seguros viviendo en Brasil. Mi familia fuimos algunos de los 75 refugiados reasentados en Brasil el año pasado.”
Pocos se han puestos los zapatos de Mariana, pocos han tenido que sacrificar su juventud a tan temprana edad. Brasil empezó a acoger refugiados para su reasentamiento en el 2001. Aunque el programa no está diseñado exclusivamente para refugiados colombianos - los primeros refugiados reasentados fueron, de hecho, afganos - se ha orientado cada vez más a su recepción.