Refugiada palestina en Islandia.
"Me levanté una mañana y vi que mi marido no estaba. Le buscamos durante 7 meses, temíamos que estuviera muerto o que le hubieran secuestrado. Pero nos había abandonado y huyó a un país más seguro. Después de eso fui amenazada, querían que me fuera de mi casa, donde había vivido siempre. Un día vino mi hijo cubierto de sangre por una bomba que estalló en la carretera. Fue cuando decidí que nos iríamos."
Una mujer de ACNUR entrevistó a Sawsan y la escuchó durante horas. La habló de la posibilidad de ser reasentada en Islandia. Hasta ese momento esta mujer palestina había escuchado algo de este país en el colegio o en programas de televisión, pero nunca prestó mucha atención. Hoy Sawsan considera a Islandia como su segundo país.
En septiembre de 2008 un grupo de mujeres palestinas fueron reasentadas con sus hijos dejando atrás un campo desértico cerca de la frontera iraquí con Siria. Sawsan estuvo un año en el campo de Al Waleed después de huir con su hijo Yehya, que tiene ahora 5 años.
La economía de Islandia no pasaba por su mejor situación cuando este grupo llegó, pero estas mujeres están felices de residir en este nuevo país. Asisten a clase cuatro días a la semana para aprender el idioma y poder integrarse mejor. Esperan que la situación económica mejore pronto y puedan trabajar. Sin embargo, están agradecidas porque ahora están seguras de que sus hijos tendrán acceso a una educación y podrán aspirar a tener un mejor futuro.