Langton Sanyanga

22 años | Zimbabue
Langton Sanyanga / 22 años / Zimbabue © UNHCR/P.Rulashe. Langton Sanyanga enseña lo que ha aprendido en el hotel de Ciudad del Cabo donde trabaja.

Refugiado zimbabuense en Sudáfrica.

"No sabía que ser solicitante de asilo pudiera ser tan duro y que de la noche a la mañana me convertiría en un vagabundo. No tenía más opción que dormir debajo de un puente junto a otros 50 solicitantes de asilo. Fue un momento muy duro para mí, pero no podía dejar que las circunstancias me agobiaran. Había venido a Sudáfrica con un objetivo y, a pesar de mi situación actual, lo iba a lograr."

Langton no quería irse de su país. Trabajaba como asistente personal en una compañía de gestión de eventos. Intentó centrarse en su trabajo y alejarse de la política, pero fue acosado cuando decidió no participar en las juventudes del partido gobernante. Fue por esta presión por la que huyó a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con grandes esperanzas. Solicitó el asilo a su llegada, pero se dio cuenta que no era tan fácil conseguirlo. Todos los días acudía a la oficina de recepción para proseguir con la solicitud de asilo. Langton Sanyanga pensó que sería fácil encontrar un trabajo en Sudáfrica cuando abandonó Zimbabue en 2007.

A diferencia de muchos otros, Langton un día tuvo suerte. Mientras buscaba comida, se encontró con un folleto de unos cursos y acudió al día siguiente con dos amigos. Langton consiguió un trabajo en un hotel gracias a un socio de ACNUR. Hoy gana lo suficiente como para mantenerse y  enviar dinero a casa para su madre y hermana.