Refugiada colombiana en Ecuador
“Soy una niña refugiada de 9 años de Colombia. Mi familia y yo llegamos a Ecuador huyendo del conflicto colombiano. El comienzo fue difícil. Mi mamá comenzó a trabajar en el bar de la Federación Deportiva de Imbabura, y tuve la oportunidad de practicar natación y formar parte del equipo local.
Comencé a destacar rápido. Así empecé a participar en diferentes competiciones logrando siempre los primeros puestos. Después decidí participar también en Triatlón y gané la medalla de oro de los Juegos Nacionales y en los Juegos Panamericanos de Triatlón.”
Gracias a un proyecto financiado por la Fundación Barcelona (del Club Deportivo Español), ACNUR y HIAS, Mallory tuvo su primera bicicleta profesional, ya que hasta el momento entrenaba y competía con bicicleta que le prestaban.
Ponerse en los zapatos de Mallory es entender las ganas y el esfuerzo que realizan los niños y niñas refugiados para salir adelante y cómo ellos emplean el deporte para cruzar las fronteras. En Ecuador, el 40% de personas que solicitan asilo son niños, niñas y adolescentes. De ellos, apenas 6 de cada diez acceden al sistema educativo.