Hatim
Eritrea
© UNHCR/K.Ringuette. Menores no acompañados en el campo de Shagarab al este de Sudán. Refugiado eritreo en Sudán.
"Soy Hatim, y con 16 años huí de Eritrea junto a dos amigos para escapar del servicio militar obligatorio. Nos fuimos a Sudán. Pensábamos que sería un viaje corto y tan solo nos llevamos los móviles y algo de ropa.
Sin embargo, unos hombres armados nos retuvieron. Nos preguntaron si teníamos familiares que pudieran pagar un rescate por nosotros. Pero como les decíamos que no, nos golpeaban. Nos ataron a unos árboles durante varias semanas. Hacía mucho calor y nos daban un poco de avena y agua sucia. Pero lo peor eran las serpientes y los escorpiones."
Después de un tiempo, debieron pensar que no conseguirían ningún rescate por ellos y los dejaron libres. Pasaron 6 semanas hasta que Hatim y sus amigos llegaron a Shagarab, uno de los ocho campos que ACNUR tiene en el este de Sudán. Hatim está seguro en el campo y tiene la posibilidad de comer, de jugar y de asistir a clases en árabe y en español.
Pocos se han puesto en los zapatos de Hatim para comprender su situación. No eran los únicos menores no acompañados del campo. En el campo de Shagarad había más de 1.000 menores no acompañados que llegaron desde Eritrea el año anterior, especialmente vulnerables a los traficantes.