Adam Osman Abdile

Un joven somalí le da la bienvenida al solicitante de asilo recién llegado, Adam Osman Abdile (izquierda), al barrio de Mayfair en Johannesburgo.

Refugiado somalí en Sudáfrica.

"O me unía al grupo Al Shabaab, o moría. Por esto decidí escapar a Kenia. Quería llegar  a Sudáfrica para poder vivir tranquilo. Tardé dos meses en llegar y durante el viaje pasé algún tiempo en prisión, me tuve que esconder en camiones, corrí entre los árboles para escapar de la policía, tuve hambre y sed.

No escapamos por elección sino por persecución. Tenemos miedo en Somalia. Algunas personas con las que viajé no lo lograron:fueron arrestadas o murieron de hambre o sofocación. Todo lo que pido es que por favor no nos traten tan mal. Si un país no nos puede ayudar, por lo menos que nos dejen atravesar su territorio de manera segura."

En Dar Es Salaam se celebró un encuentro organizado por el gobierno de Tanzania con el apoyo de ACNUR y la Organización Internacional para lasMigraciones (OIM) para comprender mejor la situación de estas migraciones y poder diseñar estrategias para responder ante ellas.

Cada vez más personas se ponen en los zapatos de Adam. Son muchos los que viajan desde sus países de origen hacia Sudáfrica escapando de la violencia, la persecución, la sequía, la pobreza… o de todo ello. La crisis humanitaria en Somalia, que ha causado el desplazamiento de cientos de miles de personas en 2010, da cuenta del gran movimiento en la región.