El registro da a muchos refugiados rohingya un documento de identidad por primera vez en sus vidas
Más de 270.000 refugiados apátridas de Myanmar han recibido tarjetas de identidad durante la actual campaña de registro.
Una familia refugiada rohingya sostiene sus tarjetas de identidad después de completar un proceso de registro administrado por ACNUR en el asentamiento de refugiados de Kutupalong, Bangladesh.
© ACNUR / Will Swanson
Nasima Aktar se encuentra entre los cientos de miles de Rohingya apátridas, muchos de los cuales han pasado toda su vida sin documentación oficial, y para quienes obtener una tarjeta de identidad oficial es un paso importante.
“Queremos documentos para los rohingyas. Este es nuestro documento”, dice Aktar, quien recientemente recibió un documento de identidad de plástico con sus datos básicos, fotografía y país de origen en una campaña de registro en Bangladesh.
Hay más de 900.000 refugiados rohingya como Nasima que viven en asentamientos atestados en el sureste de Bangladesh. De ellos, aproximadamente 741.000 han huido de una violenta represión por parte del ejército de Myanmar desde agosto de 2017.
“Tener una identidad es un derecho humano básico... también es un paso increíble hacia una vida más digna”.
A pesar de vivir en Myanmar por generaciones, no pudieron adquirir la ciudadanía formal y la documentación que viene con esto, dejándolos apátridas y privados de derechos básicos.
Ahora ella es parte de los más de 250.000 refugiados rohingya que han sido registrados desde junio del año pasado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en apoyo del gobierno de Bangladesh, en un esfuerzo que también ayuda a salvaguardar su derecho a regresar voluntariamentea sus hogares en Myanmar.
“Tener una identidad es un derecho humano básico”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, durante una reciente visita a Cox's Bazar. “Y recuerden: muchas de estas personas no han contado con una identificación adecuada en todas sus vidas. Entonces, para ellos, también es un paso increíble hacia una vida más digna”.
Hasta la fecha, se han registrado un total de 270.348 refugiados en los asentamientos de Ukhia y Teknaf Upazilas. En promedio, más de 4.000 refugiados están siendo registrados por día en el ejercicio, con el objetivo de concluir el registro de todos aquellos en los asentamientos a fines de este año.
El ejercicio también mejora la precisión de los datos sobre los refugiados en Bangladesh, lo que ayudará a las autoridades y a los socios humanitarios a comprender mejor las necesidades de la población refugiada. Les permitirá planificar y orientar la asistencia de manera más efectiva, particularmente para grupos vulnerables como los niños, las niñas, las mujeres y las personas con discapacidades.
Los refugiados se registran utilizando datos personales y biométricos, incluyendo las huellas dactilares y los escaneos de iris para proporcionarles una identidad única. Al final del proceso de registro, los refugiados reciben una tarjeta de identificación de plástico que incluye una foto e información básica, como la fecha de nacimiento y el sexo. Solo los refugiados mayores de 12 años reciben la tarjeta, pero las familias también reciben un certificado que muestra los detalles de todos sus miembros.
Toda la información sobre los documentos está en inglés y en bengalí e indica que Myanmar es el país de origen. Los documentos se desarrollaron en cooperación con el Gobierno de Bangladesh y llevan los logotipos del gobierno y de ACNUR.
“Ellos comprenden que este ejercicio no tiene nada que ver con el retorno forzoso”, explica el oficial de registro de ACNUR, Nurul Rochayati. “Este ejercicio consiste en establecer su protección aquí y en establecer su derecho a regresar. Regresarán cuando estén a salvo, con seguridad y dignidad”.
Para explicar mejor los beneficios de la inscripción, ACNUR y las autoridades de Bangladesh celebraron reuniones en los últimos meses con la comunidad, incluso con figuras rohingya destacadas, como imanes, adultos mayores y maestros. Los equipos de alcance comunitario, que incluyen a los refugiados, salen regularmente para hablar sobre el proceso de registro y animan a las personas a asistir.
Con la temporada de ciclones en curso, el registro también ayudará a reunir a las familias en caso de que se separen durante las tormentas.