Primer Festival Centroamericano de Cortometrajes sobre Migración en Honduras abre espacios de diálogo sobre el desplazamiento forzado
Más de 11 participantes concursaron en el Primer Festival Centroamericano de Cortometrajes sobre Migración 2018.
OCOTEPEQUE, Honduras - Llevado a cabo en la ciudad fronteriza de Ocotepeque, el Festival se centró en temáticas de la prevención de violencia y participación de la juventud en cuestiones migratorias y de desplazamiento forzado. Los cortos conmemoraron el drama humano que viven los desplazados y migrantes en la búsqueda de protección o de mejorar sus condiciones de vida y el aprovechamiento del arte como instrumento de sensibilización ante las problemáticas que enfrentan en la ruta.
Por unanimidad del jurado, los cortos que ocuparon los tres primeros lugares fueron reconocidos con la distribución del premio, pues el esfuerzo, la calidad y los enfoques de cada uno retrataron a profundidad y de formas diferentes, artísticas y creativas la temática propuesta. El corto “Pies Descalzos” del director Enrique Gamoneda narra la historia de un joven que, cansado de las limitaciones de empleabilidad a las que se enfrenta, decide migrar rumbo a Estados Unidos enfrentándose a las adversidades del camino; por su parte, la obra “Sin Retorno” de Armando García, introduce al público en la experiencia de una joven hondureña víctima de violencia sexual en estado de gestación y su drama durante la ruta migratoria. Finalmente, el documental “10 Datos de la Caravana de Migrantes” de Gilberto Arita, profundiza a través de la investigación periodística en el fenómeno y sus distintas causas e impactos.
La iniciativa fue impulsada por la Mancomunidad Trinacional del Río Lempa, patrocinada por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en estrecha coordinación con la Secretaría General del SICA, en el marco del proyecto piloto “Atención y protección de personas desplazadas por la violencia en Ocotepeque”. En tal sentido, se enmarca en los acuerdos adquiridos por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), a través del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS). En aras de continuar colaborando en la conformación de una región de paz, libertad, democracia y desarrollo, el SICA promueve estrategias que tengan como base el irrestricto respeto a los derechos humanos.
Es así como este primer festival busca promover a través del séptimo arte instrumentos que permitan prevenir la violencia en la localidad, a través de la sensibilización de la población. Además busca retomar espacios públicos para el desarrollo de actividades culturales, promover la creatividad, libertad y solidaridad humana y la promoción del diálogo intercultural en diferentes espacios que retraten las realidad social de aquellos que por diversas causas han tenido que migrar y habitar otros territorios o de aquellos forzados a huir de sus hogares.
En dos días también tuvieron lugar otras actividades artísticas y culturales como teatro, exposiciones fotográficas y de pintura, talleres de cinematografía para jóvenes mujeres y niños, y danzas tradicionales locales. Adicionalmente y posterior al evento, asistentes y concursantes y otros actores clave participaron en foros y conversatorios en donde intercambiaron conocimientos acerca de la migración y el desplazamiento forzado y realizaron una análisis reflexivo acerca de la problemática local.
Desde mediados de octubre, grandes grupos organizados de personas - ampliamente referidos como “caravanas”- salieron desde el Norte de Centroamérica, particularmente desde Honduras y El Salvador, en dirección norte del continente con la esperanza de llegar a México y a los Estados Unidos de América. Estos grupos - compuestos por un estimado de 8.000 personas - incluyen a personas que tienen necesidades de protección internacional, y a otras que buscan mejores oportunidades socioeconómicas.
Frente a esta situación de movimientos mixtos de solicitantes de asilo y migrantes, iniciativas como el Festival de Cine suponen un escenario idóneo en el cual se establecen y promueven espacios de diálogo y concertación alrededor de las problemáticas que más afectan a las comunidades. Mediante estos enfoques integrales y colaborativos entre el SICA, la sociedad civil, las comunidades locales y ACNUR, se pueden gestionar medidas que promuevan la integración y mitiguen los riesgos que provocan el desplazamiento forzado.