Servicio Mundial de Iglesias provee alternativas a la detención para los niños refugiados en Yakarta
El socio implementador del ACNUR, CWS, proporciona a los jóvenes un albergue vital, alimentos y atención mientras se procesan sus solicitudes de asilo. Es un trabajo vital.
YAKARTA, Indonesia, 27 de enero (ACNUR) – El número de refugiados y solicitantes de asilo que llegan a la oficina de ACNUR en Indonesia ha incrementado de 385 hace cinco años a 7.218 el año pasado. Han llegado de todos lados en búsqueda de seguridad o simplemente buscando una mejor vida. La mayoría de estas personas llegan de Afganistán, Myanmar, Somalia, Sri Lanka e Irán, pero los países de origen son muchos. Algunos entran con visas autorizadas, mientras otros llegan a Indonesia por rutas irregulares y son sujetos a detención si son capturados. Mientras el número de aquellos que llegan a la oficina de ACNUR ha incrementado, también lo ha hecho el número de detenidos en instalaciones de reclusión de inmigrantes en Indonesia. Estos incluyen niños con sus padres, y menores no acompañados. Las cifras de ACNUR muestran que en octubre del año pasado, alrededor del 6 por ciento de casi 11.100 refugiados registrados y solicitantes de asilo eran menores no acompañados de distintos países, y más de 100 de ellos estaban siendo detenidos en 13 centros de detención a largo de Indonesia.
Cuando son puestos en libertad, son referidos por oficiales de inmigración a ACNUR. El socio implementador de la agencia de la ONU para los refugiados, CWS (Church World Service – Servicio Mundial de Iglesias), provee a los jóvenes un lugar seguro donde quedarse, comida y cuidado mientras su solicitud de asilo es procesada. Es una labor vital. Micheal Koeniger, el representante de CWS en Indonesia, habló con la oficial de información pública de ACNUR Mitra Salima sobre el trabajo de su organización en Indonesia.
Extractos de la entrevista:
Háblenos un poco acerca del trabajo que hacen con ACNUR
CWS es una agencia de ayuda, desarrollo y asistencia para los refugiados basada en Nueva York. Hemos estado trabajando en Indonesia por más de 40 años y hemos sido uno de los socios implementadores de ACNUR desde 2008, trabajando en programas de refugiados en zonas urbanas en Yakarta y sus alrededores. Estos programas proveen asistencia a refugiados reconocidos y, en casos excepcionales, solicitantes de asilo vulnerables referidos a CWS por la agencia de la ONU para los refugiados. La asistencia incluye un subsidio mensual de subsistencia; acceso a servicios de salud y educación, particularmente para niños; apoyo psicosocial; varios cursos de entrenamiento en nuestro centro para los refugiados o a través de proveedores externos; y actividades deportivas y recreacionales, particularmente para los menores no acompañados que viven en dos albergues gestionados por nosotros.
¿A cuántos niños no acompañados cuidan?
Hoy en día [finales de noviembre], acogimos a 55 menores en dos albergues y todos ellos son varones. Aunque cada uno tiene su propia historia y experiencia; tienden a tener una razón similar para estar sin sus padres. Por ejemplo, las familias de los niños que llegaron de Afganistán y Pakistán – los menores del grupo étnico Hazara – normalmente los mandan lejos a un lugar más seguro porque son los que están en mayor riesgo de persecución [en un país donde existe conflicto]. Además, las familias son más propensas de mandar a los niños – en lugar de las niñas – a viajar solos porque el viaje puede ser largo y peligroso.
¿Han tenido niños que previamente hayan sido retenidos en un centro de detención?
Sí, hay bastantes. Algunos han pasado varios meses en centros de detención para inmigrantes, entre ellos el centro de detención de Kalideres en Yakarta, así como centros en otras partes de Indonesia, como el de Surabaya. Trabajamos muy de cerca con ACNUR y el personal de la oficina de inmigración de Indonesia para asegurar que los niños se trasladen a nuestras instalaciones sin inconvenientes. CWS recoge a los niños del centro de detención y los lleva al albergue, con el acompañamiento de un funcionario de la oficina de inmigración como acompañante.
¿Alguno de los niños que llegan a su albergue enfrenta problemas de salud mental?
Todos tienen una personalidad y nivel de resiliencia diferente; una persona puede ser capaz de manejar experiencias difíciles mejor que otros. A pesar de que no podemos realmente generalizar, es cierto que [estar en detención] puede crear un impacto negativo psicológicamente. No todos los adultos pueden manejar la presión de vivir dentro de los centros de detención para inmigrantes, aún menos los niños que no tienen a sus padres o familiares cercanos. Estar detenido por un largo periodo de tiempo y estar encerrado junto con adultos no es una buena situación desde una perspectiva de protección de los niños.
¿Qué opinan acerca del uso de detención para los niños?
Viéndolo desde el impacto psicológico, nuestra preferencia es claramente que los menores no sean detenidos. Y bajo la nueva ley indonesia sobre inmigración, los menores no acompañados deben ser puestos en libertad – pero tiene que existir una alternativa a la detención. Hoy en día, somos una de las pocas organizaciones que, con el apoyo de ACNUR, proveen [cuartos en] albergues como una alternativa a la detención. El gobierno liberaría a más menores de los centros de detención si hubiera más albergues disponibles. Por el momento la mayor restricción es el presupuesto. Con nuestro presupuesto actual, sólo podemos gestionar dos albergues en Yakarta.
¿Cómo lidian los niños con su condición de refugiados?
Son personas jóvenes; la mayor angustia para muchos es estar lejos de su casa y separados de sus familias. La mayoría de ellos se preocupan por su futuro. En Indonesia, la mayoría quieren ser reasentados a Australia y están ansiosos por retomar sus estudios y encontrar trabajo ahí. Por eso tener que esperar en Indonesia mientras que su solicitud es procesada y su caso es transferido para su restablecimiento, se siente como una pérdida de tiempo para ellos.
¿Cuáles son sus principales preocupaciones en relación con la atención de los menores no acompañados?
La protección del niño es el aspecto más importante en el que necesitamos enfocarnos. Por eso, los menores en detención deben ser puestos en libertad. Como menores, necesitan crecer y necesitan un lugar seguro para crecer. Los albergues que proveemos les ofrecen seguridad y una oportunidad para desarrollarse. Existen diferentes tipos de programas y actividades de educación informal, como cursos de idiomas y deportes, enfocados en ayudarles a prepararse para su futuro. También proveemos acceso a servicios de salud y apoyo psicosocial, así como especialistas en asesoramiento.
¿Qué tan importante es el apoyo de ACNUR para su trabajo?
El apoyo de ACNUR es absolutamente vital y, como socio implementador, contamos con su apoyo. A nivel operacional, junto con ACNUR entre otros, proveemos asesoramiento a las personas que asistimos. Además, trabajamos juntos en iniciativas de fortalecimiento institucional, para poder continuar mejorando nuestros servicios a refugiados y solicitantes de asilo en la zona de Yakarta.