Jornadas de derechos: Una puerta a la integración
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, apoya al Gobierno colombiano a impartir jornadas de atención a derechos para refugiados y migrantes de Venezuela y población colombiana retornada en doce municipios del departamento del Alántico.
ATLÁNTICO, Colombia – Los días de Felipe* transcurren en una panadería. Trabaja todos los días hasta las once de la noche como mesero y vendedor para ahorrar dinero y luego transferirlo a su familia en Venezuela.
Después de un largo viaje desde Maracaibo, Felipe llegó a Colombia para encontrarse con su papá y establecerse de manera regular en el país. Ya está a un paso de conseguirlo. Este año se censó en el Registro Administrativo de Venezolanos (RAMV), organizado por el Gobierno, y eso le permitirá acceder a su Permiso Especial de Permanencia, un documento que les brinda a los venezolanos registrados la posibilidad de establecerse temporalmente en el país y acceder a salud, educación y trabajo.
“Con el Permiso Especial de Permanencia tendré más facilidad de moverme por el país. Me gustaría seguir trabajando aquí y estudiar Comunicación Social en alguna universidad pública”, afirma Felipe, que llegó a la jornada para pedir ayuda con la expedición de su Permiso.
Cuando Felipe se enteró que había una jornada de atención a derechos para ciudadanos venezolanos y población colombiana retornada organizada por la Gobernación del Atlántico y la Registraduría, con apoyo de ACNUR, se trasladó a Suan, otro municipio del Atlántico.
Las jornadas de derechos, que se iniciaron en septiembre de este año y tendrán vigencia hasta diciembre de 2018, están presentes en doce municipios del Atlántico y esperan recibir a más de 4 mil personas. Hasta el momento se han atendido cerca de 3.800 personas en los municipios de Suán, Campo de la Cruz, Santa Lucía, Manatí, Candelaria, Repelón, Sabanalarga, Ponedera y Soledad; las jornadas llegarán también a Malambo, Baranoa y Barranquilla para finales de año.
“Me parece muy importante ver a la gente salir con una sonrisa. Las jornadas son largas y agotadoras, hacemos un esfuerzo físico grande pero igual es muy gratificante. Me marcó un niño que me regaló un beso, pues su mamá llevaba varios días tratando de solicitar su registro y cuando finalmente lo logró, se acercó a mí a darme las gracias”, cuenta Yenny Parra, Registradora ad hoc de la Unidad de Atención a Población Vulnerable de la Registraduría.
Durante dichas jornadas se brinda orientación sobre la oferta de servicios que los municipios del Atlántico ofrecen tales como: salud y educación; atención y orientación legal; y apoyo para sacar el Registro Civil de Nacimiento y el Permiso Especial de Permanencia. Además, han ayudado a resolver problemas de identificación y casos delicados de salud, como enfermedades crónicas.
“Estas jornadas son claves porque facilitan el acceso a documentación, como puerta de entrada para acceder a otros derechos, tanto para venezolanos como para colombianos retornados; y aquí mismo se les brinda orientación en su proceso de integración local. Ha habido un esfuerzo importante por parte de las diferentes instituciones y buena articulación que permite brindar una atención integral”, afirma Jaime Castañeda, oficial encargado de la oficina de ACNUR en Barranquilla.
Roberto Velásquez, al igual que Felipe, llegó a Suán para pedir apoyo. Roberto es colombiano, nació en Barranquilla, y actualmente trabaja en Medellín como soldador. Pidió 4 días de permiso en la empresa donde está vinculado para ir hasta Suán y registrar a su hijo Yeison como colombiano, pues nació en Maracaibo y lleva más de un año en Colombia.
“Mi objetivo es ponerlo a estudiar y que salga adelante. Todavía no lo han aceptado en el colegio de Santa Lucía porque no tiene los papeles colombianos”, afirma Roberto Velásquez.
Deis, 14, y Guillermo, 12, están pasando por una situación similar. Su abuela, retornada colombiana, los llevó hasta la jornada de derechos para registrarlos como colombianos. “Queremos ser nacionales de este país que nos ha brindado tantas oportunidades”, cuenta Deis Bolívar.
Estos hermanos llegaron a Colombia a principios de 2018 y están reuniendo los papeles que les hacen falta para entregarlos en el colegio. Deis está en séptimo de bachillerato y quiere ser arquitecto, mientras que su hermano, Guillermo, cursa quinto grado y le gustaría ser abogado.
ACNUR continuará con las jornadas de atención a derechos para población venezolana el próximo año, con el objetivo de responder a sus necesidades en esta región del país.
*El nombre de Felipe ha sido cambiado para proteger su identidad.