¿Cómo ayuda el ACNUR?

Ayudamos a las personas obligadas a huir para que puedan mantenerse y a sus familias, ofreciéndoles capacitación y ayudándoles a encontrar un mercado laboral.

Una solución duradera es aquella que logra poner fin al ciclo del desplazamiento y que permite a las personas desplazadas reanudar una vida normal en un entorno seguro. La comunidad internacional tiene la responsabilidad compartida de encontrar soluciones duraderas para las personas refugiadas. Una de las funciones más importantes del ACNUR, como dispone su Estatuto, consiste en brindar asistencia a la comunidad internacional en la consecución de soluciones oportunas y duraderas.

Existen tres distintas soluciones duraderas: La repatriación voluntaria, en la cual los refugiados pueden regresar en condiciones de seguridad y dignidad a su país de origen; la integración local, en la cual el país de asilo ofrece residencia; y el reasentamiento, en el cual los refugiados son transferidos del país de asilo a un tercer Estado que está dispuesto a admitirles de forma permanente.

Aunque no hay una jerarquía formal entre las soluciones duraderas, la repatriación voluntaria es la solución preferida por la mayoría de los refugiados. Numerosos documentos, incluidos la Agenda para la Protección y las Conclusiones del Comité Ejecutivo, la han reconocido como la solución más adecuada en la mayoría de situaciones de refugiados. Sin embargo, las tres soluciones son de naturaleza complementaria y cuando se aplican de manera conjunta pueden formar una estrategia integral y viable para resolver una situación de refugiados. Se deben considerar la edad y el género de los refugiados al buscar y aplicar cualquier solución duradera.

Aunque el ACNUR juega un papel en relación con cada una de las soluciones duraderas, el éxito de cualquiera de ellas depende de que las partes interesadas, incluyendo los países afectados, trabajen conjuntamente.