Más de la mitad de los refugiados del mundo son niños. Muchos pasarán toda su infancia lejos de su hogar, en algunos casos separados de sus familias. Algunos habrán presenciado o vivido actos de violencia; en su exilio, quedan expuestos al riesgo de sufrir abusos, abandono, violencia, explotación, tráfico o reclutamiento militar.

Pero los niños son increíblemente resistentes. Aprendiendo, jugando y explorando sus habilidades, hallan formas de sobreponerse, sacando fuerzas de sus familias y comunidades.

ACNUR trabaja con las autoridades nacionales y otras organizaciones internacionales y locales para ayudar y proteger a los niños y niñas desplazados, y buscar soluciones duraderas. Nos aseguramos de que los menor no acompañados o  separados reciban atención y tengan acceso a los servicios de rastreo y reunificación familiar, que los recién nacidos estén registrados al nacer y que los niños con discapacidad reciban apoyo. Les ayudamos a reconstrur sus vidas, a través de actividades de apoyo psicosocial y de la educación.

Juntos, podemos ayudar a reconstruir su futuro.