ONU y sus socios piden casi US$500 millones para impedir desastre humanitario en Irak
The Humanitarian Response Plan for Iraq will provide shelter, food, water and other life-saving services over the next six months in across broad swathes of Iraq. [for translation]
BRUSELAS, Bélgica, 4 de junio de 2015 (ACNUR) – El jueves, las Naciones Unidas y sus socios presentaron en Bruselas un importante plan de respuesta humanitaria para Irak dirigido a ayudar a más de 5,6 millones de iraquíes vulnerables, desplazados dentro de su propio país.
Desde principios de 2014, casi 3 millones de personas se han visto forzadas a desplazarse internamente, sumándose al aproximadamente otro millón previamente expulsadas de sus hogares, mientras más de 180.000 son refugiados en otros países.
Volker Türk, Alto Comisionado Asistente para la Protección, dijo en un comunicado difundido en la presentación del Plan de Respuesta Humanitaria para Irak 2015 que el Plan es "un esfuerzo extraordinario para aliviar el sufrimiento humano" y añadió que "estas son unas cifras impactantes cuando se piensa en las historias individuales detrás de cada una de estas personas y de forma colectiva, como medida de la magnitud del sufrimiento humano".
"Desafortunadamente, son cifras que creemos que crecerán en centenares de miles este año a medida que el conflicto continúe, y comunidades enteras seguirán siendo sometidas a graves violaciones de los derechos humanos, como los recientes acontecimientos en [la provincia de] Anbar y en otros lugares demuestran tan ampliamente", advirtió Türk en Bruselas. La ONU teme que el número de personas que necesitan ayuda vital de manera inmediata pueda alcanzar casi los 10 millones a finales de 2015.
Con la escalada del conflicto en Irak, las Naciones Unidas y sus ONG socias están solicitando a los donantes 497 millones de dólares estadounidenses para facilitar refugio, alimentos, agua y otros servicios vitales durante los próximos seis meses. El objetivo es llegar a comunidades en amplios sectores del país desplazadas o afectadas por el conflicto.
Lise Grande, coordinadora humanitaria de las Naciones Unidas para Irak, manifestó que la operación de ayuda pende de un hilo. "La crisis en Irak es una de las más complejas y volátiles del mundo", dijo en un comunicado de prensa. "Los socios humanitarios están haciendo todo lo posible para ayudar. Pero más del 50 por ciento de la operación será cancelada o reducida si no se recibe el dinero inmediatamente." Las consecuencias, añadió, serían "catastróficas".
La violencia desde principios del año pasado ha obligado a huir de sus hogares a casi 3 millones de personas, dejándolas diseminadas en más de 3.000 emplazamientos por todo el país. Los derechos humanos y el estado de derecho son objeto de ataques constantes, mientras las tensiones se agudizan. Las ejecuciones en masa, las violaciones sistemáticas y actos de violencia horrorosos son generalizados.
La escasez de fondos es tan seria que 77 clínicas que atendían urgencias se han visto obligadas a cerrar y las raciones de alimentos para más de 1 millón de personas han sido reducidas. Sin financiación adicional, muchos otros servicios vitales se retirarán.
La operación de ayuda está organizada en estrecha colaboración con el Gobierno iraquí, cuyos propios recursos económicos se han visto drásticamente reducidos por la caída de los ingresos procedentes del petróleo. La responsabilidad de la operación de ayuda se transferirá a las autoridades nacionales tan pronto como sea financiera y logísticamente factible.
El responsable de ACNUR Volker Türk dijo que los civiles iraquíes están atrapados en un círculo vicioso de causa-efecto que genera más división y fragmentación y "necesitan desesperadamente los servicios que una financiación adecuada del Plan de Respuesta Humanitaria puede garantizar".
Añadió que ACNUR, como coordinador principal para la Protección, Alojamiento de Emergencia y Artículos No Alimentarios, y Coordinación y Dirección de Campamentos "trabaja hombro con hombro con todos los actores humanitarios representados en este llamamiento de hoy ante ustedes. La indignación global por el sufrimiento de la población iraquí se debe afrontar con la solidaridad global para apoyar la financiación de los servicios que pueden ayudar a mitigar algunos de las peores consecuencias del conflicto".
Türk, que hace poco se reunió en el norte de Irak con desplazados internos del país y refugiados de Siria, dijo que es más vital que nunca el énfasis centrado en "mitigar las consecuencias humanitarias del conflicto y proporcionar respuestas que salvan vidas dirigidas a las necesidades de protección, particularmente para individuos en riesgo debido a su edad, sexo u otra circunstancia social. Tenemos que evitar que los niños se vean arrastrados al conflicto y lo hacemos a través del acceso a la educación, del acceso a medios de vida para sus familias e infundiendo la idea de que un futuro es posible. Tenemos que dar respuesta a las necesidades de las supervivientes de la violencia sexual asegurando su reinserción en la sociedad y facilitándoles ayuda".
El responsable de protección de ACNUR también subrayó la necesidad de abordar los temas de acceso, impunidad y soluciones y añadió que todo ello subraya la necesidad de fortalecer el sistema de justicia "posibilitando ofrecer resarcimiento y proporcionar un mecanismo para que los ciudadanos iraquíes puedan enfrentarse a su pasado y forjar la cohesión y el sentido de la identidad nacional que une en vez de separar".
Türk concluyó manifestando que encontrar soluciones a los desplazamientos es un hecho que está ligado a la construcción de un Estado, a la identidad nacional y a una visión de futuro para Irak. "A través de todo el proceso, la protección de las necesidades de los civiles afectados por el conflicto, incluidos los desplazados internos, debe ser un objetivo principal de la acción humanitaria. Es imperativo que seamos capaces de mantener nuestros esfuerzos para asegurar su protección, y la financiación de este llamamiento permitirá mejorar nuestra capacidad de respuesta".
Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.