ACNUR Venezuela y la Fundación Luz y Vida entregaron materiales escolares a niños de Petare

La Agencia de la ONU para los Refugiados en Venezuela inició la distribución de bolsos y útiles escolares en las comunidades de acogida de personas refugiadas en el Estado Miranda, con el apoyo de la Fundación Luz y Vida.

Niños y niñas del centro comunitario "El Colibrí" reciben útiles escolares

MIRANDA, Venezuela - Entre cantos y con alegría recibieron sus morrales los niños y niñas del Centro Comunitario “El Colibrí”, ubicado en el sector Antonio José de Sucre de Petare, en el cual funcionan aulas comunitarias y una guardería a las cuales asisten niños y niñas refugiados, niños sin documentos y población local.

Uno a uno se fueron turnando para escribir sus nombres en los útiles escolares mientras un equipo de voluntarias de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela les ayudaban a descubrir lo que había dentro de las mochilas.

A la pregunta de sus maestras ¿para qué utilizaremos este nuevo bolso? respondieron con entusiasmo: ¡Para venir a clases todos los días! “Este compromiso es muy importante, tomando en cuenta que actualmente hay niños que dejan sus estudios para comenzar a trabajar, por decisión del núcleo familiar”, aseguró la educadora Kleidy Rivero.

Uno a uno se fueron turnando para escribir sus nombres en los útiles escolares mientras un equipo de voluntarias de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela les ayudaban a descubrir lo que había dentro de las mochilas.  © ACNUR/Clara González

A Angélica, una de las alumnas del aula comunitaria, lo que más le gustó fueron sus colores. Al encontrarlos lo primero que hizo fue buscar una hoja en blanco. Cuando Eliaysela Cabrera de ACNUR le preguntó qué pintaría, ella exclamó sin dudarlo: ¡A mi familia!

Los padres, a su vez, se comprometieron por escrito a ayudar a sus hijos a cuidar del material escolar recibido y solicitar el apoyo de las maestras en caso de que les haga falta, por ejemplo, algún cuaderno adicional. Marisela Expósito, de Luz y Vida, indicó en este sentido que lo mejor que pueden hacer los padres es “cumplir con su palabra de llevar a los niños a estudiar”.

“Que los representantes de los alumnos se involucren es muy importante, porque decidimos hacer este tipo de donaciones luego de consultar a madres y padres de la comunidad que aseguraban no estar en condiciones de adquirir morrales, útiles escolares o uniformes, lo cual los hacía pensar en dejar de llevar a sus hijos al centro comunitario o a la escuela”, explicó Dorialbys De La Rosa, Oficial Asistente de Protección del ACNUR.

“Esta es apenas una etapa”, destacó Josefina quien como madre agradece que pronto su hijo José Ángel recibirá también una comida diaria y, al igual que otros niños del Centro El Colibrí, ha tenido la oportunidad de participar en otras actividades que buscan mejorar el rendimiento escolar, la convivencia y promueven la coexistencia, tales como una clínica de fútbol y un campamento tecnológico donde aprendieron sobre alfabetización digital.