Jóvenes en El Salvador impulsan emprendimientos para mitigar el impacto del desplazamiento forzado
Con negocios de pupusería, servicios de serigrafía y estampado y una barbería, 16 jóvenes salvadoreñas y salvadoreños afectados por la violencia y el desplazamiento forzado sacan adelante 13 emprendimientos que buscan fortalecer comunidades y generar capacidades de resiliencia.
EL SALVADOR - A través del proyecto Redes de protección y oportunidades sostenibles implementado por Plan Internacional, con el apoyo de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se desarrolló un proceso de formación técnica y acompañamiento. “Estuvimos en capacitaciones. Nos enseñaron mucho: cómo emprender el negocio, publicidad”, explicó José*, uno de las jóvenes que ha montado un negocio de barbería. A pesar de que muchas personas se ven forzadas a desplazarse, este proyecto ha brindado la esperanza de poder construir una alternativa desde El Salvador. “Aquí también se puede hacer la vida”, añadió José.
Esta actividad forma parte de una estrategia de coordinación entre ACNUR y PMA en El Salvador, la cual busca establecer mecanismos conjuntos para brindar asistencia humanitaria y apoyo al restablecimiento de los medios de vida de las poblaciones afectadas por el desplazamiento forzado, a través de la modalidad de ayuda en efectivo. Además, busca la coordinación con actores locales y comunidades para fortalecer liderazgos, con el propósito de optimizar la respuesta de protección a comunidades afectadas por la inseguridad alimentaria y la violencia social.
En el marco de la aplicación del Pacto Mundial sobre Refugiados, el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en El Salvador y representantes de PNUD y OIM, acompañados por los equipos de ACNUR, PMA y Plan Internacional, visitaron los emprendimientos para conocer el funcionamiento del proyecto y explorar posibles áreas de colaboración.
“Con el apoyo directo de otras agencias socias del Sistema de Naciones Unidas, queremos ampliar el alcance de estos programas pilotos tan exitosos, que representan al mismo tiempo medidas de prevención al desplazamiento y al reclutamiento, en particular para jóvenes, pero también respuestas y soluciones efectivas a su condición desfavorecida. Queremos multiplicar estos esfuerzos en los municipios más afectados por la violencia, para generar oportunidades y esperanza en los jóvenes”, comentó Elisa Carlaccini, Jefa de la Oficina Nacional de ACNUR en El Salvador.
En el espíritu de un enfoque de ‘toda la sociedad’, estas colaboraciones permitirán mejorar las respuestas humanitarias y a la vez establecer una base para vincular esta ayuda con iniciativas de desarrollo que produzcan beneficios directos para las personas desplazadas forzosamente y sus comunidades de acogida.
En El Salvador, las personas de interés de ACNUR incluyen a aquellas que han sido deportadas y que tienen riesgos de protección al regresar a sus comunidades de origen, así como aquellas que han sido desplazadas internamente. En base al Pacto, el ACNUR busca fomentar la resiliencia y la autosuficiencia de las personas desplazadas forzosamente, de forma que también beneficie a las comunidades de acogida.
*Nombre cambiado por motivos de protección.