Programa francés de becas da esperanza a los refugiados sirios
Los jóvenes sirios tienen la oportunidad de estudiar en Francia gracias a un programa de asistencia pionero lanzado por un gobierno regional y dos universidades.
Estudiantes sirios asisten a una clase de francés en la Universidad Federal de Toulouse.
© ACNUR/Benjamin Loyseau
La refugiada siria Amera Omar se instaló en su acogedora habitación en el salón de estudiantes de Toulouse. Llegó al comienzo del año académico y, finalmente, puede enfocarse en sus estudios.
Amera, de 26 años, es una de las 19 refugiadas sirias que viven en Jordania que han recibido becas del Consejo de la región Occitana / Pirineos Mediterráneo para venir a Francia a estudiar.
Ella huyó de la guerra civil siria en 2012 a la edad de 20 años y buscó asilo primero en Líbano, luego en Jordania.
"Salí de Siria en 2012 con mis hermanos", dice ella. "Terminé la escuela secundaria y me inscribí en la universidad, pero no comencé porque la guerra comenzó".
Amera encontró la vida en el Líbano difícil y se trasladó a Jordania, pero era demasiado caro para estudiar allí.
"Necesitaba mucho dinero para estudiar en Jordania, pero no tenía dinero. No hice nada durante cuatro años".
No obstante, ella descubrió el plan de becas mediante una amiga, postuló y fue aceptada.
"Quiero estudiar economía para construir países en función de su economía y para ayudar a mi país algún día".
"La gente piensa en mí como estudiante y no como refugiado."
El Consejo Regional de Occitania / Pirineos-Mediterráneo, en colaboración con la organización no gubernamental Democracia y el Entraide un Syrie Ghosn Zeitoun, la Universidad Federal de Toulouse y la Universidad Paul Valéry de Montpellier, ofrecieron becas para los refugiados sirios en Jordania para tomar estudios de grado en el sur Francia.
El programa ofrece un curso básico de un año de instrucción intensiva de lengua francesa, las tasas de la matrícula, una asignación mensual durante un año, alojamiento en la residencia de estudiantes y ayuda con los procedimientos legales para obtener la visa. El ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ayudó en el proceso de selección y los procedimientos administrativos.
Un informe del ACNUR sobre la educación de los refugiados mostró que menos del uno por ciento de los refugiados asisten a la universidad, en comparación con el 34 por ciento a nivel mundial. La educación superior juega un papel importante en la protección de los refugiados jóvenes y en la preparación de ellos y sus comunidades para enfrentar las consecuencias del desplazamiento forzado.
Se les ayuda a construir un futuro y llegar a ser autosuficientes, y ayuda a las comunidades que se recuperen desde los conflictos hacia la reconstrucción.
Los programas de educación tales como el proporcionado por el Consejo Regional de Occitania / Pirineos Mediterráneo son un ejemplo del tipo de alianzas necesarias para mejorar la protección y proporcionar un beneficio a largo plazo para los refugiados.
Las becas estudiantiles son una de las formas en que las universidades, las autoridades regionales y los gobiernos pueden proporcionar oportunidades para que los refugiados se muevan a terceros países de manera regular y segura, y con ello aumentar sus opciones, así como compartir la responsabilidad de los refugiados, en un momento en el que el número de personas que se ven obligadas a huir de sus casas llega a cifras récord.
Las becas son un tipo de vía complementaria de la admisión que el ACNUR quiere ver ampliada al tiempo que se desarrolla un pacto mundial sobre los refugiados.
El aumento de opciones para los refugiados en terceros países es uno de los principales objetivos del pacto. Otros ejemplos incluyen reunificación familiar, "visas humanitarias" y hasta programas de movilidad laboral.
Eias Elnejemi, de 26 años, también llegó a Toulouse en octubre de 2017 bajo el programa de becas.
"Quería hacer algo para ayudar a los jóvenes."
Había estudiado arquitectura en Jordania pero también descubrió que no podía pagar el costo de sus estudios. Él espera poder seguir con la misma carrera en Francia.
Eias expresó su agradecimiento por la ayuda que recibió del ACNUR, del consejo regional y de la organización Ghosn Zeitoun guiándole a través de la burocracia.
"Ahora que soy estudiante, tengo derechos", dice. "La gente piensa en mí como estudiante y no como refugiado. Estoy seguro de que llegarán cosas maravillosas en mi vida".
Él está complacido de tener la oportunidad de vivir y estudiar en Francia. Dice que quiere trabajar con los refugiados y los instó a no perder la esperanza, cualesquiera sean las dificultades que encuentran. "Algún día tendrán su oportunidad".
Después de completar su primer año, los estudiantes podrán inscribirse en cualquier campo de estudio en las universidades de Toulouse o Montpellier, así como otros en otras partes de Francia.
A muchos de los estudiantes les gustaría estudiar leyes, política o economía.
"Las prioridades después de los primeros tres meses son tres: facilitar el acceso de los estudiantes a actividades de ocio, deportes y vida social, decidir sobre su currículo y orientación universitaria y completar todos los procedimientos para su solicitud de asilo con OFPRA". dice Laurent Grosclaude, director de Relaciones Europeas e Internacionales en la Universidad Federal de Toulouse.
La Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (OFPRA) es el organismo que decide si alguien que ha llegado a Francia como refugiado tiene derecho al asilo.
"Todos nos hemos escandalizado por la guerra en Siria y quería hacer algo para ayudar a los jóvenes a continuar su vida y acceder a la educación", dice Samir Aita, el presidente de la ONG Ghosn Zeitoun, quien lanzó la primera de una serie de planes para brindar oportunidades de educación a los refugiados sirios en 2012 y persuadió a los consejos regionales y las universidades para que los apoyen.
Por Céline Schmitt
Gracias a la Voluntaria en Línea Grace Guerrero por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.