Zambia se enfrenta a una crisis a medida que miles de personas huyen de la violencia en RDC

A medida que miles de personas huyen de la violencia en República Democrática del Congo, Zambia se enfrenta ahora a una creciente crisis humanitaria.

El refugiado congoleño Chipile levanta un albergue improvisado bajo el calor de Zambia.  © ACNUR/Pumla Rulashe

CHIENGI, Zambia, 03 de octubre de 2017 (ACNUR) – Ver cuerpos esparcidos en su ciudad natal de Pweto, República Democrática del Congo, durante las treguas de los combates ya era lo suficientemente traumático para Chipile Malangisha, de 74 años. Pero la gota que derramó el vaso fue ver a una mujer ser asesinada con un bebé en su espalda.

"Nadie sabe si el bebé sobrevivió porque [nosotros] intentábamos huir de la ciudad tan rápido como nos fuera posible", dijo él. "Eso es algo por lo que me siento mal. ¿Y si el bebé estaba vivo y nadie fue lo suficientemente valiente como para ver, porque temían que les dispararan?".

Con sus rodillas paralizadas por la artritis, Chipile salió los más rápido que pudo de la ciudad, deteniéndose con frecuencia para descansar debido al dolor en sus articulaciones. No tenía familia que lo apoyara; el hombre había perdido a tres de sus hijos y a su esposa hace siete años. Todo lo que pudo hacer fue orar mientras caminaba lentamente a Chiengi, un distrito en la frontera con Zambia, donde más de 3.360 congoleños como él han buscado seguridad, desde el 30 de agosto, de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos de milicias en su país.

"Nadie sabe si el bebé sobrevivió."

Como resultado, Zambia ahora enfrenta una creciente crisis humanitaria, con miles de personas en urgente necesidad de protección y asistencia primaria, incluyendo comida, agua, atención médica, albergue y saneamiento. A finales de agosto, aproximadamente 500 personas entraron al país a diario, huyendo de lo que ellos llaman "una muerte segura". Quienes llegan reportan asesinatos, violaciones, y saqueos y quemas de casas.

Lo que les tomo a los sanos aldeanos un par de horas, le tomó a Chipile un día entero. A su llegada a Chiengi, él fue transportado por las autoridades a una escuela que sirve como centro de recepción, antes de embarcarse en un viaje de dos horas a un centro de tránsito en el distrito de Nchelenge. Allí, él y otras personas recibieron asistencia.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está trabajando actualmente con el Gobierno de Zambia, las autoridades locales y sus socios en el terreno para brindar artículos de primera necesidad como tiendas, lonas plásticas, mosquiteros, mantas y kits de higiene. Se han levantado albergues temporales, y se han hecho perforaciones para proveer agua potable y letrinas temporales. Pero se necesita urgentemente más ayuda.

Chipile sonríe después de que personal del ACNUR le ayudara a construir un albergue.  © ACNUR/Pumla Rulashe

Actualmente Zambia acoge a cerca de 60.600 refugiados y otras personas de interés del ACNUR, incluyendo cerca de 27.400 personas de RDC. Alrededor de 5.761 solicitantes de asilo de Congo se han registrado este año.

"El Gobierno de Zambia continúa siendo ejemplar en sus obligaciones con los refugiados", dijo Pierrine Aylara, Representante del ACNUR en el país. "Pero ACNUR requiere urgentemente de apoyo de la comunidad de donantes y de los socios del sector privado tan pronto como sea posible".

El albergue es solo una de las muchas necesidades críticas.

A su llegada, Chipile intentó construir su propia casa. Sin embargo, al ser una persona mayor vulnerable sin dinero y sin resistencia para encontrar los materiales, el ACNUR y su socio de ONG la Cruz Roja de Zambia completaron su choza que ahora tiene esteras de caña para las paredes y láminas de plástico para el techo.

"ACNUR no puede hacerlo solo, el Gobierno tampoco."

Chipile es uno de los cientos de solicitantes de asilo vulnerables en Nchelenge que, sin la asistencia del Gobierno de Zambia, el ACNUR y la comunidad de donantes, podría no estar vivo hoy.

"Es por esto que resulta importante para el ACNUR el tener artículos de primera necesidad para recibir a tantos refugiados como el conflicto de RDC pueda generar", dice Aylara.

ACNUR y sus socios están instalando un segundo centro de tránsito en Nchelenge, para recibir a los recién llegados y descongestionar el primer centro, donde las llegadas serán reubicadas a largo plazo.

"ACNUR no puede hacerlo solo, el Gobierno tampoco; sin embargo, con los esfuerzos de colaboración y el apoyo de los donantes, tenemos toda la confianza de que para cuando se intensifique la época lluviosa, estos alojamientos estén en camino y lo suficientemente bien como para ser ocupados".

Por Pumla Rulashe