Alto Comisionado agradece el apoyo de las ciudades a los refugiados
En una reunión clave en Ginebra, Filippo Grandi agradeció el papel de las ciudades en liderar el cambio hacia un enfoque más abierto e inclusivo para las personas refugiadas.
Josphat Koli Nanok, Gobernador del Condado de Turkana, Kenia (izquierda), el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi y Fatma Șahin, Alcaldesa de la Municipalidad Metropolitana de Gaziantep y Presidenta de la Unión de Municipios, Turquía, durante el 11º Diálogo del Alto Comisionado sobre los Desafíos de Protección en Ginebra. © ACNUR / Jean Marc Ferré
GINEBRA - Ciudades de todo el mundo han mostrado un liderazgo vital al darles la bienvenida a las personas refugiadas y ofrecerles la oportunidad de prosperar fuera de los campamentos tradicionales, dijo hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
Filippo Grandi abrió una reunión clave en Ginebra a la que asistieron alcaldes de ciudades como Bristol, Gaziantep, Quito y Mogadishu, y dijo que las ciudades desempeñaban un papel importante en el impulso hacia un nuevo enfoque para acoger a los refugiados, basada en la apertura y la inclusión.
“Creemos que un enfoque inclusivo, basado en la inversión en educación y empleo, es un modelo mucho mejor y más sostenible, más digno, que realmente brinda a los refugiados oportunidades para el futuro”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. “Son las ciudades las que están a la vanguardia en la implementación de estas políticas”.
Grandi elogió el trabajo de los alcaldes reunidos y otros representantes de las autoridades locales de todo el mundo para ofrecer un nuevo comienzo a los desplazados forzosos.
“Esperamos que continúen defendiendo estos valores”.
“Estas son todas las ciudades que han sido realmente pioneras en nuevos enfoques en términos de recibir, incluir y ofrecer oportunidades a las personas que participan en movimientos”, dijo. “Tengo la mayor admiración por esos alcaldes, por esas autoridades locales... que han tomado una postura a favor de la solidaridad. Esperamos que continúen defendiendo estos valores”.
Grandi habló en la sesión plenaria del 11º Diálogo del Alto Comisionado sobre los Desafíos de la Protección, que tienen lugar en el Palacio de las Naciones en Ginebra del 18 al 19 de diciembre.
Las discusiones se enfocan este año en la protección y asistencia de las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas en entornos urbanos, particularmente en ciudades.
Las ciudades están desempeñando un papel cada vez más importante en el apoyo a los desplazados en la actualidad, cuando alrededor del 60% de los 25,4 millones de refugiados del mundo no viven en campamentos, sino en ciudades y áreas urbanas de América, Europa, Oriente Medio, África y Asia.
“Las personas refugiadas y migrantes representan una oportunidad para las ciudades”.
Alcaldes, autoridades locales, empresas sociales y grupos de ciudadanos se encuentran en la primera línea de la respuesta mundial de los refugiados, fomentando la cohesión social y protegiendo y ayudando a los hombres, mujeres, niños y niñas desplazados por la fuerza.
“Las personas refugiadas y migrantes representan una oportunidad para las ciudades”, dijo Mauricio Rodas Espinel, alcalde de Quito, Ecuador, que acoge a miles de refugiados, muchos de ellos de Colombia y Venezuela. “Traen diferentes visiones, perspectivas y experiencias que pueden servir como una herramienta para el desarrollo económico, para la inclusión social y la innovación a nivel urbano”.
Marvin Rees, el alcalde de Bristol, una ciudad portuaria en el oeste de Inglaterra, también ve a las personas refugiadas y migrantes como un “activo” para la comunidad local.
“Tenemos personas trabajando para el consejo en este momento que vinieron al país como solicitantes de asilo o refugiadas, y están haciendo una contribución fenomenal a la vida en Bristol. Y queremos liberar ese potencial”, dijo.
“Me siento rodeada de oportunidades”.
El énfasis en dar a los desplazados a la fuerza la oportunidad de vivir, estudiar y hacer su vida en ciudades y zonas urbanas de todo el mundo también fue bien recibido por los jóvenes refugiados al margen del foro, entre ellos Foni Joyce Vuni.
Nacida en Kenia hace 26 años de padres refugiados sudaneses, dijo que la oportunidad de vivir en la capital, Nairobi, le ha permitido fundar una organización que vincula a jóvenes desempleados con mentores y ha abierto un mundo de posibilidades.
“Cuando estás en el campamento, el nombre de refugiado te define. Pero en un área urbana, simplemente vives como una persona normal... hace una gran diferencia”, dijo, con una sonrisa. “Me permitió preguntar… ¿Qué puedo hacer ahora? ¿Qué más puedo hacer? Me siento rodeado de oportunidades”.
Los delegados del Consejo Consultivo Juvenil Global, Foni Joyce Vuni y Arash Bordbar, en el Palacio de las Naciones en Ginebra. © ACNUR / Susan Hopper
Desde que se reasentó en Sydney, Australia, en 2015, Arash Bordbar, un iraní de 25 años, ha estudiado una licenciatura en ingeniería y también es un trabajador juvenil que ayuda a los refugiados recién llegados a encontrar su lugar en su ciudad adoptiva.
“Me ha dado la oportunidad de contribuir a la sociedad también. Estoy trabajando, estoy pagando impuestos, estoy estudiando y pronto seré un ingeniero que construirá el país”, dijo. “Si se te permite estar en la ciudad, puedes contribuir y mostrar tu potencial”.
El Diálogo comenzó un día después de que los Estados Miembro de la Asamblea General de la ONU acordaron un nuevo marco internacional, conocido como el Pacto Mundial sobre Refugiados, que transformará la manera en que el mundo responde a los desplazamientos masivos y las crisis de refugiados, beneficiando tanto a los refugiados como a las comunidades de acogida.
El nuevo acuerdo global busca brindar un apoyo más sólido a los países donde vive la mayoría de los refugiados y fortalecer la responsabilidad compartida de ayudar a quienes se ven obligados a huir por el conflicto o la persecución.
El acuerdo también contempla más oportunidades de reasentamiento, como la reunificación familiar, becas estudiantiles o visas humanitarias, para que los refugiados puedan viajar con seguridad. También señala que el retorno voluntario de los refugiados en condiciones de seguridad y dignidad sigue siendo la solución preferida en la mayoría de las situaciones de refugiados.
También busca políticas y medidas que permitan a los refugiados acceder a la educación y llevar vidas productivas durante el tiempo que están en el exilio. Además, pretende abordar el impacto ambiental de acoger a las poblaciones de refugiados.