Atletas refugiados compiten por primera vez en los Juegos Asiáticos

Cinco atletas han viajado a Turkmenistán para participar en uno de los mayores eventos deportivos de la región.

El equipo de refugiados en Asjabad, Turkmenistán.  © ACNUR/Petterik Wiggers

ASJABAD, Turkmenistán – Cinco atletas refugiados han participado en los Juegos Asiáticos, el mayor evento deportivo de la región, con más de 5.000 atletas compitiendo de 60 países.

Yiech Pur Biel, Gai Nyang Tap, Wiyual Puok Deng, Paulo Amotun Lokoro y Ukuk Uthoo huyeron de la guerra y la violencia de su nativa Sudán del Sur antes de encontrar seguridad en Kenia, donde actualmente residen y entrenan.

Yiech Pur Biel, mediofondista de 22 años, debutó internacionalmente en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro como parte del primer Equipo Olímpico de Refugiados. Dice que la experiencia le ayudó a prepararse para los Juegos Asiáticos, que comenzaron el 18 de septiembre en Asjabad, Turkmenistán.

Pur terminó cuarto en su prueba de 800 metros, llevándole a la semifinal, donde terminó quinto. "Estoy feliz de haber tenido la oportunidad de competir en los Juegos Asiáticos", comenta. "Ahora me doy cuenta de que simplemente tengo que entrenar más duramente para alcanzar mis objetivos".

"Es un gran estímulo para su confianza y moral."

Para Ukuk Uthoo, los Juegos fueron su primera experiencia en una competición internacional. El atleta de 24 años comenta que se sorprendió al conseguir llegar a la final de 3.000 metros. Finalmente, terminó séptimo de los 12 corredores, con un tiempo de 8.33 minutos.

"He aprendido mucho de los Juegos Asiáticos", dice después. "He tenido la oportunidad de interactuar con personas de diferentes sitios que poseen mucha experiencia en el deporte y muchas ideas de cómo llegar a lo más alto".

Los otros tres refugiados que compitieron no consiguieron llegar a la ronda final de sus eventos, pero, aun así, consideran que haber participado en los Juegos ha sido un gran hito en su carrera profesional como corredores.

"Ha sido una nueva experiencia correr en un campo cubierto . . . pero al menos soy capaz de interactuar con otras personas que nunca había visto y ver cómo lo hacen, en especial, los corredores de Qatar y Sudán del Sur", dice Wiyual Puok Deng, quien corrió en los 400 metros.

Su entrenadora y mentora es la keniana ganadora del récord mundial, Tegla Loroupe, quien ayudó a los refugiados a entrar en la competición, con el apoyo del Comité Olímpico Internacional, el Comité Olímpico Asiático y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

"Para esos refugiados, competir en los Juegos Asiáticos es una oportunidad excepcional y de oro", dijo ella. "Es un gran estímulo para su confianza y moral. Algunos de ellos nunca habían salido de Kenia".

"Esta experiencia les ayudará a entender que el trabajo duro, la determinación, la disciplina y el sacrificio son la clave para la excelencia deportiva. Aquí nadie los ve como refugiados, sino como atletas".

Loroupe trabaja con más de 20 atletas refugiados en un campamento de entrenamiento en los alrededores de la capital de Kenia, Nairobi, con el apoyo de ACNUR y otros socios. El objetivo es que aquellos que entrenan tengan la oportunidad de competir nacional e internacionalmente y, a través de esto, crear nuevas oportunidades para otros atletas refugiados.

Por Yvonne Ndege

Gracias a la Voluntaria en Línea Anabella Giannico por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.