Abogado nigeriano recibe Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR
Zannah Mustapha da educación y esperanza a los huérfanos del conflicto con Boko Haram.
GINEBRA – En una resplandeciente ceremonia Zannah Mustapha, abogado nigeriano, ha recibido el prestigioso Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR 2017 por proporcionar educación a los huérfanos de la insurgencia de Boko Haram en Nigeria.
Un evento lleno de estrellas el lunes por la noche (2 de octubre) en el Batiment des Forces Motrices de Ginebra vio al modesto ex abogado convertido en promotor inmobiliario, convirtirse en el último de una larga lista de "personas comunes haciendo cosas extraordinarias", a quien se le honra con el premio anual.
Mustapha creó la escuela para huérfanos y niños vulnerables en 2007 después de presenciar un creciente número de niños en las calles de la capital del estado de Borno, Maiduguri, el corazón de una insurgencia que ha costado unas 20.000 vidas y ha desplazado a unos 2,3 millones de personas.
Al presentar el Premio, el Alto Comisionado, Filippo Grandi, elogió a Mustapha, de 58 años, como "un hombre de coraje y un hombre de paz", cualidades que comparte con Fridtjof Nansen, primer Alto Comisionado y de quien recibe el nombre este Premio.
Mustapha estableció la escuela después de temer la creciente inseguridad y la consiguiente represión militar que estaban produciendo una generación de niños sin educación y que esto, a su vez, causaría aún más problemas a una de las regiones más pobres del país.
En su discurso de aceptación, Mustapha dedicó el Premio a los niños, las niñas, las viudas, maestros y a su propia familia, que, según dijo, han demostrado un enorme coraje en tiempos difíciles.
"Hemos sido testigos de una destrucción sin precedentes a los seres humanos en el noreste de Nigeria. El nivel de devastación para los niños y las mujeres es incomparable en la historia de la región.
Mustapha describió sus dos escuelas de Future Prowess como un oasis para los niños donde una vez más pueden tener "esperanzas, sueños y un futuro".
"Nunca pensé que vería a estos niños progresar en un periodo tan traumático de sus vidas. Cuando veo las caras de los niños, veo resiliencia y estabilidad. Me siento muy contento cuando camino a través de los portones de la escuela", dijo él, agregando: "Tengo una visión de paz en Nigeria. Que un día estos niños sanarán las heridas que ha dejado la insurgencia".
Más temprano, Grandi había recalcado que la educación a menudo es la primera baja de la guerra y el conflicto.
"Cuando las bombas comienzan a caer, las escuelas inevitablemente cierran…La realidad es dura, los niños refugiados tienen cuatro veces más probabilidades de quedar fuera de la escuela. Y solamente un uno por ciento de los refugiados asiste a la universidad", dijo él.
El evento fue presentado por Anita Rani, locutora y nieta de refugiados.
Ella presentó a una serie de artistas, incluyendo la violinista siria Mariela Shaker, la estrella japonesa del rock, Miyavi, y el percusionista Tony Allen, intercalado con historias de heroísmo de personas refugiadas.
Con una ovación de pie, Mustapha concluyó: "Antes de salir de esta ceremonia tengo un mensaje importante para ustedes".
"No estamos en un viaje para ser iguales, estamos en un viaje para entender nuestras diferencias y superar nuestra adversidad. Eso podemos lograrlo con la educación".
Por Jonathan Clayton