El ACNUR y el Hotel Sheraton en Tayikistán ofrecen a los refugiados afganos oportunidades profesionales
Una alianza sin precedentes entre el ACNUR y el Hotel Sheraton está ayudando a los refugiados a adquirir competencias profesionales.
DUSHANBE, Tayikistán – Varios jóvenes refugiados entran en el lujoso vestíbulo y en las flamantes cocinas del Hotel Sheraton en Dushanbe, la capital de Tayikistán, en el que están adquiriendo los conocimientos básicos de la industria hotelera en un prestigioso hotel de cinco estrellas.
Nargis Alinazar Timuri, una refugiada afgana de 27 años muy decidida ha sido asignada al departamento de limpieza del hotel.
"Cuando finalizó mi primer día de trabajo no podía dormir; estaba muy emocionada", dice. "Intenté memorizar cada día todas las instrucciones y los detalles importantes de mi trabajo para que no se me olvidaran. ¿Sabe usted que existe una técnica especial para hacer las camas? Una cama bien hecha es algo que los clientes de un hotel valoran mucho".
Nargis pasó su infancia exiliada en Pakistán, donde obtuvo excelentes resultados académicos y logró finalizar la escuela secundaria. En 2005, su familia se unió a la oleada de refugiados que retornaron a Afganistán y allí empezó a estudiar administración de empresas. No obstante, en 2014, cuando la situación de la seguridad se deterioró en este país, tuvo que abandonar sus estudios y huyó con su familia a Tayikistán.
"Cuando finalizó mi primer día de trabajo no podía dormir; estaba muy emocionada."
Tayikistán es el país que acoge el mayor número de refugiados de la región de Asia Central, unas 3.000 personas procedentes principalmente del vecino Afganistán. Aquí, los refugiados afganos comparten el idioma, la religión y la cultura con las comunidades de acogida, lo que facilita la cohesión social y la integración local. Sin embargo, los refugiados se enfrentan a una situación económica frágil y tienen que competir para lograr los escasos puestos de trabajo disponibles.
Las oportunidades de obtener medios de vida dirigidas a los refugiados afganos y a las comunidades locales pueden impulsar la economía al tiempo que promueven la coexistencia pacífica.
Children and Vulnerable Citizens (RCVC), organización no gubernamental que colabora con el ACNUR encontró un empleo para Nargis como instructora en el Centro de Educación de Adultos, dependiente del Ministerio de Trabajo, Migración y Empleo. También impartió clases en un centro comunitario en Vahdat, localidad situada a 20 km de Dushanbe, en la que residen la mayoría de los refugiados. Cuando se inauguró el programa de aprendizaje del Hotel Sheraton, Nargis no se lo pensó dos veces.
Este innovador programa, puesto en marcha por el ACNUR y el Hotel Sheraton, ofrece la posibilidad de hacer prácticas de aprendizaje en los sectores de la hostelería y el turismo y ayuda a los refugiados y a la población local a adquirir experiencia para poder competir en el mercado de trabajo. El programa se celebra dos veces al año y tiene una duración de cuatro meses. Una vez completado, los aprendices reciben certificados de acreditación.
Nargis es una de los cinco refugiados seleccionados para participar en este programa experimental de aprendizaje, junto con cinco jóvenes tayikas. El grupo aprenderá los secretos de la hospitalidad de alto nivel: desde una limpieza impecable y una gastronomía de calidad hasta nociones básicas de gestión.
"Pensé que esta era mi oportunidad de aprender en un hotel internacional", dice Nargis. "Este programa podría abrirme puertas en el futuro, quizás incluso podría obtener un puesto de trabajo en un hotel en cualquier parte del mundo".
La industria turística de Tayikistán crece cada año y esta alianza se beneficia de un mercado emergente, preparando a futuros profesionales del sector.
"Esta importante iniciativa representa no solo una alianza innovadora y estratégica sino que, además, prepara el terreno para mejorar en el futuro la cooperación entre las dos partes", dice Vito Trani, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Tayikistán. "En este momento concreto en el que los donantes están reduciendo sus contribuciones a los organismos humanitarios, es esencial explorar nuevas alianzas con el sector privado, y adoptar todas las medidas necesarias para reforzar el impacto de nuestras actividades sobre el terreno en las vidas de los beneficiarios lo que, a la larga, les permitirá mejorar sus medios de vida y su autonomía".
"Este programa podría abrirme puertas en el futuro."
Los aprendices rotan entre diferentes departamentos para conocer todos los aspectos básicos del hotel. Nargis, que lleva casi dos meses trabajando en el marco del programa, está progresando y ha pasado de hacer tareas de limpieza, hacer camas y preparar comidas a recibir a los clientes en el mostrador de recepción.
"Esta alianza entre el Hotel Sheraton en Dushanbe y el ACNUR en Tayikistán constituye la primera etapa de un proyecto experimental que, en nuestra opinión, beneficiará a los jóvenes tayikas locales y a los refugiados que se sienten atraídos por el sector turísticos", dice Toni Toshev, Director General del Hotel Sheraton en Dushanbe. "El programa contribuirá sin duda a abrirles las puertas del sector turístico".
A pesar de haberse visto obligada a desplazarse en dos ocasiones, Nargis nunca se ha rendido. Igual que los otros aprendices, está haciendo todo lo posible para lograr sus objetivos y ser independiente.
"Puede que algún día pueda ayudar a las muchachas como yo a progresar, en particular en lo tocante a la educación", sonríe. "Tener la oportunidad de adquirir nuevas competencias es muy importante, especialmente para las niñas y mujeres refugiadas".
Por Nodira Akbaralieva
Gracias a la voluntaria de UNV Online Luisa Merchán por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.