Después de trágicos asesinatos, ACNUR hace un llamado a la RDC para que proteja a los refugiados

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, insta al Gobierno de la República Democrática del Congo a que garantice la protección de los refugiados y solicitantes de asilo, tras un impactante incidente de tiroteo en Kamanyola el 15 de septiembre, en el que murieron al menos 39 personas y otras 94 resultaron heridas.

El incidente tuvo lugar después de que soldados congoleses dispararan a manifestantes burundeses en la parte oriental del país; se cree que muchas de estas personas eran refugiadas y solicitantes de asilo. La protesta, que según se informó inicialmente era pacífica, se dio después de que un pequeño grupo de burundeses fuese detenido por las autoridades congoleñas, creando temores de ser deportados a Burundi.

Los muertos incluían hombres, mujeres y un niño de Burundi. El incidente también resultó en la muerte de un soldado congolés, mientras que otros seis resultaron heridos.

"Esta es una tragedia devastadora. Nunca debió haber ocurrido", dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Él acogió con satisfacción el anuncio dado por funcionarios congoleses sobre la iniciación de una investigación sobre el incidente, y pidió que esta fuera detallada. "Necesitamos establecer hechos y determinar la responsabilidad y asegurarnos de que un incidente así nunca vuelva a ocurrir".

El ACNUR desplegó el sábado un equipo a la zona, donde está trabajando con el personal médico de una organización socia en el hospital local para proporcionar asistencia médica vital a los heridos.

Hasta el momento, unas 57 personas con lesiones críticas fueron evacuadas a Goma y la ciudad más cercana de Bukavu, mientras que otras 37 están siendo tratadas en Kamanyola.

El equipo del ACNUR en el terreno informa que la situación es tensa, con más de 2.400 burundeses que buscan protección junto a la pequeña base de la MONUSCO (la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el Congo) en Kamanyola. Tienen demasiado miedo de volver a los lugares donde han estado alojándose. Algunos refugiados han expresado el deseo de trasladarse a otro lugar dentro del Congo. El ACNUR está trabajando con las autoridades locales para encontrar un lugar adecuado.

Desde 2015, República Democrática del Congo ha acogido a más de 43.700 refugiados que han venido de Burundi.