Comensales en Ginebra deleitados por el menú africano en el Festival de Comidas de Refugiados

Cientos acuden a un restaurante ribereño para degustar platos servidos como parte de la contribución de Suiza a este evento culinario que se celebra en toda Europa.

El chef nigeriano Timothy Desmond Eze ha vivido en Suiza por casi tres años.  © ACNUR/Mark Henley

GINEBRA, Suiza – Tanto clientes regulares como recién llegados curiosos disfrutaron de platos típicos africanos en un restaurante ribereño en Ginebra, donde el chef Timothy Desmond Eze preparó un festín de sabores como parte de la contribución suiza al Festival de Comidas de Refugiados del 2017.

El evento, que se celebra en toda Europa, fue organizado conjuntamente por la organización no gubernamental Food Sweet Food (Comida Dulce Comida) y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y se inició a principios del año con el fin de mostrar las habilidades culinarias de chefs refugiados o solicitantes de asilo.

El evento se inauguró en junio con la participación de 84 restaurantes en 13 ciudades europeas durante 15 días.

El restaurante Bains Des Pâquins fue uno de cinco que participaron en Ginebra.

El menú ofreció dos platos típicos nigerianos: arroz jollof con vegetales y salsa de tomate acompañado de plátanos y pollo frito, y arroz con coco como una opción vegetariana.

"La cocina es mi gran pasión."

Eze se capacitó como cocinero en Nigeria y trabajó durante casi tres años en un hotel antes de irse del país. Ha vivido en Suiza por casi tres años.

"Estoy muy orgulloso de esta oportunidad para presentar mi cocina y mis habilidades a los ciudadanos de Ginebra", dijo. "Espero que esto me ayude a encontrar un trabajo y a ser financieramente independiente, porque la cocina es mi gran pasión. Mi mamá me enseñó todo acerca de cocinar".

  • Eze, a la derecha, presenta el arroz jollof con plátano frito, junto con Adrian, el jefe de cocina.
    Eze, a la derecha, presenta el arroz jollof con plátano frito, junto con Adrian, el jefe de cocina. © ACNUR/Mark Henley
  • Los comensales disfrutan del almuerzo en el lago Ginebra.
    Los comensales disfrutan del almuerzo en el lago Ginebra. © ACNUR/Mark Henley
  • El restaurante Bains Des Pâquins fue uno de cinco que participaron en Ginebra.
    El restaurante Bains Des Pâquins fue uno de cinco que participaron en Ginebra. © ACNUR/Mark Henley
  • El chef nigeriano Eze, a la derecha, prepara un festín de sabores.
    El chef nigeriano Eze, a la derecha, prepara un festín de sabores. © ACNUR/Mark Henley
  • Eze (derecha) con el jefe de cocina Adrian (izquierda) y el asistente de cocina Mejer.
    Eze (derecha) con el jefe de cocina Adrian (izquierda) y el asistente de cocina Mejer. © ACNUR/Mark Henley
  • Los comensales almuerzan en el restaurant La Buvette des Bains en el lago Ginebra.
    Los comensales almuerzan en el restaurant La Buvette des Bains en el lago Ginebra. © ACNUR/Mark Henley
  • Dos bañistas nadan junto al restaurante La Buvette des Bains en el lago Ginebra.
    Dos bañistas nadan junto al restaurante La Buvette des Bains en el lago Ginebra. © ACNUR/Mark Henley

La Bains Des Pâquins, una piscina al aire libre al borde del lago Ginebra que cuenta con su propio restaurante, es conocido como un lugar para interactuar con diferentes culturas. Está cerca de algunos de los hoteles de categoría de la ciudad, incluyendo el Hotel D'Angleterre, el cual también participó en el festival con un menú sirio.

El restaurante emplea a trabajadores de diez nacionalidades diferentes. "Es simple; yo soy el único suizo", dijo el chef Laurent Grégoire.

"Llevamos años trabajando con refugiados", dijo Julien Brulhart, cogerente del restaurante. Añadió "La participación de migrantes está muy relacionada a la idea de los Bains. Es un lugar con mucha mezcla".

Los recién llegados comienzan por lo general limpiando o lavando, y pueden progresar a medida que aprenden en el puesto de trabajo, dependiendo de su motivación y su nivel de conocimiento.

Dos kurdos de Siria, Lawin y Mejer, trabajan como asistentes de cocina. Otro kurdo, quien empezó a trabajar allí en el 2009, es hoy en día uno de los cuatro cocineros principales.

El asistente del gerente, Hussein, llegó como un refugiado iraquí y ahora tiene un pasaporte suizo.

"Hussein se ocupa de abrir y cerrar el bar, hace la caja al final del día, atiende los pedidos, y dirige a los empleados", explicó Brulhart. "Nos sustituye cuando no estamos aquí. Ha pasado año y medio desde que Hussein comenzó a trabajar y cada vez asume más y más responsabilidades".

Mejer, quien ha estado trabajando allí por casi un año, estaba encantado de ver que Eze se unió al equipo como cocinero por un día.

"Estoy feliz de ver a otras personas que quieren trabajar duro y compartir la cocina de su país. Me da la energía para seguir cocinando".

El jueves, el equipo sirvió unas 600 porciones de arroz jollof y arroz de coco entre el mediodía y las 2 p.m., bajo un sol abrazador. "Estoy muy feliz y todavía emocionado", dijo Eze a medida que la multitud se empezaba a disipar. "Fue un reto, y lo acepté. Sin mucho estrés, a pesar de la velocidad del servicio: fue un verdadero trabajo en equipo, me apoyaron muy bien".

¿Qué opinaron los clientes de los platillos? Al finalizar el día estaban pidiendo más platos nigerianos en el menú, y se desilusionaron un poco al escuchar que el chef solo estaba cocinando para el evento.

Por Stéphanie de Roguin y Julia Dao

Gracias a la Voluntaria en Línea María Brandt por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.