En las zonas urbanas, muchos refugiados comparten alojamiento o viven en edificios públicos no funcionales, centros colectivos, barrios marginales y asentamientos informales. Las condiciones a menudo son deficientes y proporcionar refugio plantea grandes desafíos. En entornos rurales, brindar protección y asistencia humanitaria a través de los campamentos de refugiados es común.

Más de 2,6 millones de personas refugiadas viven actualmente en campamentos en todo el mundo y han sido desplazados durante más de cinco años, algunos durante más de una generación. Si bien los campamentos pueden ser prácticos, particularmente durante las emergencias, también provoca una serie de problemas, que incluyen la dependencia de la asistencia y el aislamiento.

En las noches frías o en las tardes calurosas, nuestra ayuda puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Además de distribuir tiendas de campaña desde nuestros tres centros en Dubai, Copenhague y Durban, el ACNUR también suministra materiales como láminas de plástico y esterillas que pueden utilizarse para crear un refugio sencillo. Además, en situaciones más prolongadas, financiamos la rehabilitación de albergues comunales o la construcción de nuevas viviendas, y proporcionamos a las personas desplazadas los materiales que necesitan para construir ellos mismos su hogar bajo esquemas de autosuficiencia.

El ACNUR codirige el Global Shelter Cluster junto con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). Si bien la FICR lidera en situaciones de desastres naturales, nosotros lideramos al equipo en desplazamientos generados por conflictos. Juntos, estamos ayudando a generaciones enteras a llegar a casa.