Emergencia rohingyas

Los refugiados rohingya han huido de la violencia en Myanmar en niveles alarmantes – y las cifras continúan aumentando.

Caminan durante varios días a través de selvas y montañas, o hacen peligrosos viajes a través de la Bahía de Bengala. Ellos llegan exhaustos, hambrientos y enfermos, en necesidad de protección internacional y asistencia humanitaria.

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Más de 720.000

personas refugiadas huyeron a Bangladesh desde el 25 de agosto de 2017

 

Actualización al 31 de mayo de 2018

Más de medio millón refugiados rohingya han huido de la violencia en Myanmar.

Los Rohingyas son una minoría musulmana apátrida en Myanmar. Su último éxodo comenzó el 25 de agosto de 2017, cuando estalló la violencia en el estado de Rakhine, en Myanmar. La gran mayoría de los refugiados Rohingyas que llegan a Bangladesh son mujeres y niños, incluidos recién nacidos. Muchos otros son adultos mayores que necesitan ayuda y protección adicionales. Ellos no tienen nada y necesitan todo.

Más de la mitad de los recién llegados han buscado albergue dentro y a los alrededores de los campamentos de refugiados de Kutupalong y Nayapara, así como en los sitios improvisados que existían antes del flujo. Algunos se han unido a sus familiares allí, mientras que otros se ven obligados a depender de la asistencia y los servicios, poniendo una inmensa presión sobre las instalaciones existentes.

“Ellos quemaron nuestra casa y disparando nos obligaron a salir. Caminamos durante tres días por la jungla”.

Mohammed, que huyó a Bangladesh con su familia de siete personas, incluyendo un bebé nacido en el camino.

Los nuevos asentamientos espontáneos han emergido de un día a otro, aumentando las preocupaciones por la falta de albergues adecuados, agua y saneamiento. La infraestructura y los servicios están sobrecargados. Las aldeas locales también han acogido a recién llegados, poniendo más presión sobre los limitados recursos.

Mientras los refugiados continúan llegando a diario, la situación continúa siendo precaria. Muchos refugiados cuentan horribles historias sobre violencia extrema, algunos incluso muestran heridas y traumas sufridos antes de la huida. A medida que llegan más refugiados a diario, existe una severa necesidad de albergue, mantas, y otros artículos de ayuda. Para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por el aire, las personas refugiadas y las comunidades de acogida necesitan de manera urgente más agua potable, atención sanitaria y otros suministros. Las mujeres embarazadas, los niños pequeños y los adultos mayores son especialmente vulnerables.

¿Qué está haciendo el ACNUR para ayudar?

Actualmente, esta es la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo. Estamos trabajando con el Gobierno de Bangladesh y otros socios para dar respuesta a las grandes necesidades humanitarias.

Desde el 25 de agosto, el ACNUR ha transportado por avión a Bangladesh unas 1.500 toneladas métricas de ayuda vital de emergencia, incluyendo tiendas de campaña, lonas de plástico, mantas, mosquiteros, utensilios de cocina, baldes y bidones, por un valor total aproximado de 7,8 millones de dólares (USD), para asistir a unas 250,000 personas. Más ayuda se está enviando por vía marítima.

Junto con nuestros socios, también estamos ayudando al gobierno a desarrollar la extensión de Kutupalong, un nuevo sitio cerca del campamento de refugiados de Kutupalong. Esto incluye financiar un camino para facilitar la construcción y el acceso de los refugiados, apoyar la planificación del sitio, construir letrinas y pozos, mejorar las instalaciones de agua y saneamiento y distribuir materiales para albergues.

Como medida contra los problemas de salud, como la diarrea acuosa aguda, estamos en proceso de construir un total de 8.000 letrinas para los refugiados. El ACNUR y sus socios ya han instalado cerca de 500 letrinas, 51 pozos de tubos poco profundos y 8 pozos de tubos profundos para garantizar el acceso al agua potable. También estamos apoyando el programa de vacunación contra el cólera dirigido por el gobierno, que comenzó el 10 de octubre, junto con UNICEF y la OMS.

Junto con la Comisión de Repatriación y Alivio de Refugiados de Bangladesh, estamos realizando un conteo familiar en los sitios de extensión de Kutupalong y Balukhali. Los datos recopilados sobre los perfiles familiares y las vulnerabilidades ayudarán a mejorar la entrega de ayuda y planear soluciones en el futuro.

El grupo de protección, dirigido por ACNUR, está ampliando su participación en todos los asentamientos de refugiados. El grupo está trabajando en un sistema de referencia y espacios seguros para las víctimas de la violencia de género. También está mejorando los esfuerzos para identificar y derivar a los niños en situación de riesgo para que reciban el apoyo adecuado.

Nuestros equipos permanecen en alerta máxima en medio de informes de una posible nueva afluencia de refugiados por tierra y mar. El ACNUR y sus socios están apoyando al gobierno en el posicionamiento previo y la prestación de asistencia para las posibles nuevas llegadas.

ACNUR continúa impulsando su presencia en el terreno a través del despliegue de especialistas en socorro en diferentes sectores. Ahora tenemos 182 miembros del personal de emergencia en Bangladesh, incluidos 84 colegas nacionales. Continuaremos impulsando nuestra presencia y nuestras operaciones para que coincidan con la escala y la complejidad de esta crisis de refugiados, que continua siendo cambiante y fluida.

El 16 de marzo de 2018, se lanzó un Plan de Respuesta Conjunto para la Crisis Humanitaria de los Rohingya, requiriendo una financiación de 951 millones de dólares para poder continuar proporcionando ayuda vital durante todo 2018. ACNUR está solicitando fondos por 238,8 millones de dólares, como parte del llamamiento suplementario para 2018, para poder seguir respondiendo a las necesidades de miles de personas refugiadas, mientras se acerca la difícil estación de los monzones.

Respuesta ante la llegada de los monzones

ACNUR está distribuyendo más ayuda de emergencia en Bangladesh, donde ya empezó la temporada de lluvias. Se prevé que la llegada de los monzones pueda ocasionar inundaciones y derrumbes en las áreas donde se asentaron cientos de miles de refugiados rohingya, en el distrito de Cox’s Bazar, una de las zonas más húmedas del país. Nuestros socios humanitarios estiman que alrededor de 200.000 refugiados rohingya estarán en situación de riesgo en esta temporada de lluvias. Se trata de personas que están viviendo en zonas propensas a derrumbes e inundaciones, en necesidad urgente de reubicación, 24.000 de las cuales se encuentran en grave riesgo debido a la fuerte instabilidad de los terrenos sobre los cuales construyeron sus refugios. 

ACNUR está dotando a las familias refugiadas con nuevos kits de construcción, que incluyen varas de bambú, cuerdas, lonas de plástico resistentes, sacos de arena y herramientas. ACNUR está distribuyendo 80.000 kit de preparación a los monzones para ayudar a reforzar los refugios en caso de tormentas, y está preparando 160.000 kits de respuesta a desastres para su distribución a los refugiados, además de otros 30.000 kits de respuesta que podrán ser distribuidos las familias de la comunidad local que se vean afectadas. ACNUR ya estableció cinco carpas hospital en Cox’s Bazar, distribuyendo kits médicos de emergencia. Más medicamentos y suministros médicos están por llegar.

Vista aérea del campamento de refugiados de Cox's Bazar, en Bangladesh.

Refugiados rohingya: La emergencia en un vistazo

Datos clave, mapas e infografías sobre el flujo de refugiados rohingya a Bangladesh.