Los yemeníes desplazados por la nueva ola de violencia se enfrentan a un invierno sombrío
Los nuevos combates han desplazado a más de 32.000 yemeníes en los últimos dos meses, sumándose a los dos millones ya desplazados.
ADÉN, Yemen – Tras haber soportado casi tres años de conflicto en la Gobernación de Al Hudaydah, la familia Saad* finalmente se vio obligada a huir de su hogar después de que la última ola de violencia que azotó el área en semanas recientes, destruyera el hogar de sus vecinos y los dejara con el temor de perder sus vidas.
La familia de cinco personas empacó rápidamente sus cosas y salió, esquivando balas, bombas y minas. Mohammed Saad, padre de cinco, dijo que el escape de su hogar en el distrito costero de Al Khawkhah se dio justo a tiempo.
"Tuvimos suerte de haber salido antes porque tres días después, un bus que iba repleto de personas que también intentaban huir, fue atacado y murieron varias personas", dijo el antiguo conductor de autobús, que ahora vive con su esposa y sus hijos en un albergue colectivo cerca de la ciudad portuaria de Adén.
La familia Saad es parte de las 32.000 personas desplazadas por una creciente violencia en Yemen en los últimos dos meses. Las hostilidades estallaron en la capital, Saná, al comienzo del invierno. Posteriormente, estallaron nuevos enfrentamientos en Al Hudaydah, los cuales cobraron la vida de 113 personas en los últimos quince días, y desde donde huyeron la mayoría de los nuevos desplazados. Otros recién desplazados incluyen a las personas de las líneas del frente más al este en Al Shabwah.
"Algunas de las familias que se quedaron atrás ahora se tienen que esconder bajo tierra."
Hayat Saif, una madre soltera, tuvo que huir de Al Khawkhah hace tres semanas, y comentó que esta lucha es la peor que ha visto en todo el conflicto.
"En un momento, era tan intensa que tuvimos que huir. Dormíamos bajo nuestros muebles para intentar protegernos. Algunas de las familia que se quedaron atrás ahora se tienen que esconder bajo tierra", dijo ella.
La última ola de violencia ha exacerbado la peor crisis humanitaria del mundo, con más de 22 millones de personas en necesidad de asistencia humanitaria. Más de tres millones de personas han sido desarraigadas de sus hogares desde el inicio del conflicto en marzo de 2015, y solamente un tercio de ellas han podido retornar.
"Con la intensificación de las hostilidades en Yemen, no solo tenemos que dar respuesta a los nuevos desplazamientos con más familias que continúan huyendo, sino que también tenemos que dar respuesta a una situación de desplazamiento prolongado. Cada día que se extiende la guerra significa un día más lejos de sus hogares para quienes ya están desplazados", dijo Ayman Gharaibeh, Representante del ACNUR en Yemen.
De los dos millones de yemeníes que continúan desplazados, casi el 90 por ciento ha estado viviendo lejos de su hogar por más de un año, agotando sus recursos y los de las comunidades locales que les acogen, mientras el país se encuentra a un paso de la hambruna.
La llegada del invierno a Yemen trae consigo temperaturas por debajo de los cero grados en algunas Gobernaciones, lo que empeora la situación para muchas personas, particularmente para los desplazados que viven en asentamientos informales expuestos a los elementos sin una protección adecuada contra el frío.
"Nuestra esperanza es que esta horrible guerra termine y que las partes beligerantes nos dejen vivir en paz."
Desde el inicio del conflicto, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha brindado asistencia de emergencia y servicios de protección a los yemeníes vulnerables. Más de un millón de hombres, mujeres y niños desplazados por el conflicto han recibido artículos básicos de asistencia como colchones, mantas, colchonetas, sets de cocina y baldes para el aseo.
En el último mes, más de 18.000 familias desplazadas yemeníes (cerca de 130.000 personas) recibieron asistencia de invierno del ACNUR por medio de una ayuda económica de 200 dólares, para ayudarles a satisfacer sus necesidades esenciales.
Fatemah Murai y sus tres nietas huérfanas se desplazaron desde Nihm, un distrito de la capital y un foco importante del conflicto, hacia el asentamiento informal de Dharawan, a las afueras de la ciudad. Para ellas, la asistencia en efectivo les ayudará a mantenerse calientes durante el invierno, mientras añoran volver a su hogar.
"Perdimos nuestra tierra, nuestro hogar y nuestros muebles, y de un día al otro, nos quedamos sin un techo. Esta es la primera vez que recibimos asistencia desde que nos desplazamos. Estamos enfrentando más dificultades en el invierno, pero ahora podemos comprar más mantas, ropa y medicinas", dijo Fatemah.
"Nuestra esperanza es que esta horrible guerra termine y que las partes beligerantes nos dejen vivir en paz".
Necesitamos urgentemente tu apoyo para ayudar a los niños, las mujeres y los hombres desplazados en Yemen. Por favor dona ahora.
*Los nombres fueron cambiados por motivos de protección.