Diálogo del Alto Comisionado sobre los Desafíos de la Protección 2012

© ACNUR/A.Zevenbergen

Fe y Protección

La palabra "asilo", que se deriva del término griego asulon, esencialmente significa "santuario". En la antigüedad – antes de la existencia de las nociones del Estado nación y la soberanía del Estado – era el templo, el lugar sagrado que proporcionaba tal santuario al extranjero, al oprimido y a los perseguidos. En las creencias de los griegos, cualquier perseguidor que retiraba por la fuerza a un "refugiado" del área de los santuarios era considerado un transgresor contra los dioses. En todas las culturas y religiones existe la consagrada tradición de brindar ayuda y protección a quienes la necesitan.

El quinto diálogo del Alto Comisionado sobre los Desafíos en Materia de Protección tuvo lugar del 12 al 13 de diciembre del 2012 en el Palacio de las Naciones en Ginebra.  El tema “Fe y Protección” destacó el importante papel de las organizaciones religiosas locales y las comunidades religiosas en la protección de los solicitantes de asilo, los refugiados, los desplazados internos y las personas apátridas.

Unas 400 personas asistieron al evento, incluyendo representantes de los Estados miembros de las Naciones Unidas y las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, así como líderes religiosos, representantes de las organizaciones religiosas, expertos interreligiosos y académicos. El Diálogo fue precedido por una sesión preparatoria de consultaciones con el Alto Comisionado António Guterres y líderes espirituales y comunitarios, así como expertos en el diálogo interreligioso.

Los participantes confirmaron con claridad la convergencia y la complementariedad entre la protección internacional y los principios humanitarios en lo que respecta a refugiados, desplazados internos y personas apátridas, por un lado, y tradiciones y valores religiosos fundamentales, por otro. El Diálogo también permitió una apreciación más profunda de cómo las vidas de las personas que son atendidas por el ACNUR son moldeadas por la religión y la espiritualidad.

Durante la reunión de dos días, se llegó a un consenso sobre los principios fundamentales de la labor humanitaria, tales como humanidad, imparcialidad, no discriminación, respeto a las creencias de los demás, diversidad, empoderamiento, igualdad y la protección contra cualquier forma de condicionamiento.

Los informes de las mesas redondas se presentaron en un panel de discusión en la sesión plenaria y fueron seguidos de un intercambio de opiniones y recomendaciones. Una serie de sugerencias concretas se realizaron durante las tres mesas redondas sobre la creación de comunidades acogedoras, soluciones duraderas y asociaciones. Como en años anteriores, el diálogo no se estructuró para obtener resultados formales o convenidos.  El Alto Comisionado hizo un resumen de las discusiones y los elementos resaltados para su seguimiento.