El trabajo del ACNUR en el Sur de Sudamérica
Chile alberga a cerca de 6.000 refugiados y solicitantes de asilo. Si bien los refugiados provienen de diferentes países de América Latina, África, Asia, Europa, más del 90% de ellos son de nacionalidad colombiana.
Aproximadamente un 20% de la población de interés de ACNUR en Chile vive en el área fronteriza norte; especialmente, en las ciudades de Arica, Iquique, Calama y Antofagasta.
Desde 1999 cuando se inició un Programa de Reasentamiento en Chile, centenares de refugiados de origen afgano, palestino, yugoslavo y colombiano han sido reasentados en el país. Recientemente, Chile ha anunciado un Programa de Reasentamiento para 120 personas refugiadas sirias, como una forma de responsabilidad internacional ante la crisis actual de desplazamiento forzado que actualmente afecta a gran parte del mundo.
Los marcos de protección
Chile es un Estado Parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y de su Protocolo Adicional de 1967. En 2010 fue aprobada la “Ley 20.430 de Protección al Refugiado”, que establece una normativa integral para regular la protección de las personas refugiadas en el país. Entre otras cosas, incluye la definición universal y regional de refugiado, establece garantías y obligaciones de los refugiados y los solicitantes de la condición de refugiado, y define lineamientos para el otorgamiento o el rechazo de la condición de refugiado.
El Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública recibe las solicitudes de la condición de refugiado y analiza los casos, los que son presentados ante la Comisión de Reconocimiento, que a su vez, recomienda al Subsecretario del Interior el reconocimiento de la condición de refugiado o el rechazo de la solicitud.
El Departamento de Acción Social del Ministerio del Interior y Seguridad Pública tiene convenios con organizaciones de la sociedad civil para otorgar la asistencia humanitaria básica para los solicitantes de asilo prevista en la ley y apoyo específico para la integración local de refugiados reconocidos. Además coordina la mesa para la atención de casos vulnerables.
En enero de 2016, la Ley 20.888 redujo la edad mínima requerida para que las personas extranjeras puedan obtener la nacionalidad chilena (de 21 a 18), y eliminó los límites de edad para los hijos de personas refugiadas, con la condición de que uno de sus padres se hayan nacionalizado. Por otra parte, el mismo año 2016, el Congreso chileno aprobó la ley que establece la conmemoración oficial y nacional del Día Mundial del Refugiado.
Una tarea en equipo
La Oficina Regional de ACNUR para el Sur de América Latina se estableció en Argentina en 1965 y la misma cubre también a Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. En todos los países, el ACNUR trabaja con los refugiados, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y otros socios en las tareas de protección e integración. El apoyo de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y otras instituciones es fundamental a la hora de facilitar la integración de las personas refugiadas.
En Chile, la agencia socia del ACNUR es la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas – FASIC, que presta asesoramiento, asistencia humanitaria básica y apoyo para facilitar la autosuficiencia y medios de vida sostenibles para las personas refugiadas y solicitantes de asilo.
El ACNUR también trabaja conjuntamente con la Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados de la Universidad Diego Portales, además de varias municipalidades solidarias, redes y foros de la sociedad civil con quienes el ACNUR colabora, proporciona asesoría y acompañamiento.
Por otra parte, la Agencia trabaja en estrecha coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (incluyendo el Servicio de Registro Civil e Identificación y el Servicio Nacional de Menores), el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y la Comisión de Reconocimiento de la Condición de Refugiado, así como también con el resto de las Agencias que componen el Sistema de Naciones Unidas.
Uno de los ejemplos más recientes de trabajo conjunto entre el ACNUR, el Estado de Chile y la sociedad civil, es el proyecto interinstitucional “Chile Reconoce”, que tiene por objetivo identificar a más de dos mil personas (en su mayoría niños y niñas) que podrían estar en riesgo de apatridia.