Simona Bua, fotoperiodista
Es de madrugada en Buenos Aires. La primera madrugada fría y sombría de febrero. Fui al Club Atlético Boca Juniors, para encontrarme y entrevistar a Bayan, un joven ghanés de 19 años que huyó de su país hace 4 años, escondido en un buque de carga sin saber a dónde se dirigía. El barco llegó a destino: Argentina. Solo, sin papeles ni dinero, Bayan tuvo que dormir en la calle. Hasta que un día, como sólo puede pasar en el guión de una película, jugando al fútbol con otros chicos en un barrio de Buenos Aires, Bayan fue reclutado para probarse en las inferiores del Club. Quedó seleccionado y su vida se trasformó de la noche a la mañana. Escuchar la historia de Bayan me conmueve. Sus ojos brillantes, sonrisa contagiosa y buen humor me emocionan. Bayan sobrevivió a los conflictos étnicos que mataron a sus padres y asolaron su país. Cuándo llegó, no conocía ni el idioma, ni sabía de la existencia de la Argentina. A pesar del terror que conoció, tiene luz en los ojos.
Texto y foto: Simona Bua, fotoperiodista.