Reasentamiento en Brasil

Refugiados palestinos cumplen tres años de reasentamiento en Brasil

© ACNUR
En su casa en Rio Grande do Sul, la pareja de refugiados palestinos Faez Abbas y Salha Nasser recoge plantas aromáticas en la huerta, en compañía de una trabajadora de integración local.

Asistidos por el Programa de Reasentamiento Solidario del gobierno brasilero, los diversos núcleos familiares fueron reasentados en el interior de São Paulo y Rio Grande do Sul y atendidos por organizaciones no gubernamentales asociadas al programa.

BRASILIA, Brasil, 29 de noviembre de 2010 (ACNUR) - Hace tres años el gobierno de Brasil abrió las puertas del país a un grupo de 108 refugiados palestinos. Entre septiembre y noviembre del 2007, hombres, mujeres y niños víctimas de la guerra de Irak y que durante cuatro años vivieron en el campo de refugiados de Ruweished, en Jordania, llegaron al país para iniciar una nueva etapa en sus vidas.

Tres años más tarde, los refugiados se encuentran en diferentes etapas del difícil proceso de integración a una cultura diferente y lejana de su tierra natal. Entre los adultos, muchos abrieron negocios propios o encontraron trabajo en el sector informal. Otros están desempleados, y un pequeño grupo de personas vulnerables aún continúa recibiendo asistencia financiera ofrecida por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con fondos de la comunidad internacional.

Un estudio reciente realizado por ACNUR en Brasil reveló que más del 70% de la población adulta económicamente activa se dedica a actividades que generan ingresos. Con mayor facilidad de integración, el 100% de los niños están matriculados en el sistema de educación y ya dominan el idioma portugués. Muchos refugiados se han casado con brasileras y algunos están solicitando que sus familiares vayan a vivir a Brasil.

“El reasentamiento es una de las soluciones duraderas para los refugiados y es una importante herramienta de protección internacional. Brasil es un país modelo en la región no solo por recibir refugiados en el marco de la Declaración de Cartagena, sino también por aceptar refugiados por medio de un mecanismo de emergencia”, afirma Andrés Ramirez, representante de ACNUR en Brasil. El mecanismo de emergencia, llamado fast-track, permite que los refugiados en situación de grave riesgo sean reasentados en el país en 48 horas.

Al igual que todos los refugiados reasentados en Brasil, los 108 palestinos recibieron protección legal del gobierno federal (emisión de documentos de identidad y permiso de trabajo) y tuvieron acceso a los mismos servicios públicos disponibles para los ciudadanos brasileros.

Debido a la situación de vulnerabilidad en que se encontraban, todos recibieron un paquete especial de asistencia de emergencia durante dos años que incluía el alquiler de casas amuebladas, clases gratuitas de portugués, ayuda financiera, asistencia médica, psicológica y odontológica, además de capacitación profesional – entre otros servicios.

El reasentamiento de refugiados en América de Sur comenzó en 1999 cuando Brasil y Chile firmaron acuerdos específicos con ACNUR para recibir refugiados que, por problemas de seguridad o de integración local, necesitaban ser transferidos a otros países. Los primeros proyectos en Brasil beneficiaron a refugiados afganos y colombianos. Un nuevo impulso llegó con el Programa de Reasentamiento Solidario, una propuesta hecha por el Gobierno de Brasil durante la adopción de la Declaración y Plan de Acción de México en el 2004.

Actualmente, cinco países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) cuentan con programas de reasentamiento que están beneficiando a más de 1.000 refugiados de la región y de otras partes del mundo. Brasil y Chile recibieron el mayor número de refugiados, cerca de 460 individuos en cada país. En el 2007, ambos países aceptaron reubicar a refugiados palestinos víctimas de la guerra en Irak.

ACNUR reconoce que, aunque haya habido progresos en la implementación del Programa de Reasentamiento Solidario en América Latina, se mantienen algunos desafíos. El financiamiento es una cuestión crucial, así como las dificultades que enfrentan los refugiados para alcanzar la autosuficiencia económica y una integración adecuada en los países de reasentamiento.

Uno de los objetivo de ACNUR en la región para 2011 es consolidar y reforzar los programas de reasentamiento. Su importancia se debe al hecho de que los conflictos mundiales y regionales no muestran señales de resolución en un futuro cercano, lo que dificulta la repatriación voluntaria – informes de la ONU muestran una significativa disminución global de la repatriación voluntaria. Por otro lado, la disponibilidad global de cupos para el reasentamiento no crece en la misma proporción – estimaciones de ACNUR muestran que por cada 100 refugiados que necesitan reasentamiento, apenas 10 son reasentados anualmente.

A continuación, se presentan dos historias refugiados palestinos reasentados en Brasil, que ofrecen un testimonio de sus experiencias de integración económica y social. Faez Abbas y Bahá Ghazi hablan sobre cómo ha sido reconstruir sus vidas en un país tan diferente como Brasil, revelando sus dificultades, frustraciones y conquistas durante los últimos tres años.

También se presenta la historia de Hayat Saleh, una palestina que llegó al país hace 30 años y que, desde el 2007, ha ayudado a los refugiados palestinos en el proceso de integración en Rio Grande do Sul. Hayat cuenta su experiencia colaborando con sus coterráneos en ese difícil recomienzo y habla de su propia experiencia como refugiada palestina en el Líbano.

Por Janaina Galvão, en Brasilia