Yusra Mardini

© ACNUR/Benjamin Loyseau

"Lo más importante en mi vida es la natación. Y después hablar y hacer cosas a favor de los refugiados".

Desde su selección para los Juegos Olímpicos de Río 2016, Mardini ha trabajado en estrecha colaboración con ACNUR, poniendo de relieve, con sus inspiradoras actuaciones, el primer Equipo Olímpico de Refugiados y la crisis global de refugiados.

Se ha convertido en una poderosa voz para aquellas personas desplazadas forzosamente en cualquier lugar del mundo, y en un valioso ejemplo de su resiliencia y determinación a la hora de reconstruir sus vidas y contribuir positivamente a las comunidades de acogida, y fue designada como Embajadora de Buena Voluntad del ACNUR en abril de 2017.

Yusra huyó de Damasco junto con su hermana, viajando a través de Líbano y Turquía antes de intentar llegar a Grecia en bote. Cuando el motor falló, Yusra, su hermana y dos otras personas saltaron al mar y nadaron por tres horas en aguas abiertas para que la embarcación no se hundiera, salvando las vidas de 20 personas. Eventualmente lograron llegar a la isla Griega de Lesbos.

Ahora ella vive en Berlín, pero gran parte de su familia entendida continúa en Damasco, viviendo bajo difíciles circunstancias. Yusra continúa preocupada por la situación en Siria. Su propia experiencia de huida la ha determinado a ayudar a enfocar la atención del mundo en la situación de los refugiados.

En enero de 2017, asistió al Foro Económico Mundial en Davos, donde era la participante más joven, y compartió su historia en el blog del FEM. Conoce más sobre la experiencia de Yusra desde Río, incluyendo su paso por Davos, aquí.

“Después de Río he estado entrenando mucho, pero también he estado pensando en qué puedo hacer para ayudar a los refugiados en el mundo. Lo más importante en mi vida es la natación. Y después hablar y hacer cosas a favor de los refugiados”.