Refugiados pagan el precio cuando los gobiernos ignoran las normas de asilo
GINEBRA, Suiza, 05 de octubre de 2017 (ACNUR) - Las violaciones al derecho internacional de los refugiados, tales como los ataques por parte de efectivos y las familias que son obligadas a cruzar de vuelta las fronteras, ponen en peligro la seguridad de las personas que huyen para salvar sus vidas en el 2017, dijo hoy el Alto Comisionado Auxiliar para la Protección.
En un discurso clave en la reunión anual del Comité Ejecutivo de la Agencia de la ONU para los Refugiados, el Alto Comisionado Auxiliar para la Protección, Volker Türk, experto en temas de protección internacional, dijo que tales violaciones se dan “a gran escala y que ocurren en todo el mundo”.
“En particular, estas violaciones han incluido los asesinatos de refugiados por parte de grupos militares”, dijo él, añadiendo que hay un creciente nivel de incidentes serios de refoulement, que es la devolución forzada de refugiados.
“Las familias aterrorizadas han sido deportadas en mitad de la noche, a menudo con la connivencia de los agentes de seguridad de sus países de origen”, dijo a una audiencia de representantes de 151 países que conforman el Comité Ejecutivo.
Algunas de las personas que están en el poder desatienden la tradición de que el asilo es un acto humanitario y no político, dijo él. Algunos políticos han dejado de lado la humanidad por las ganancias políticas a corto plazo, discutiendo que ellos actúan en defensa de la libertad, la seguridad y el bien de sus ciudadanos.
“Esto resulta peligroso, no solo para los muchos refugiados cuyas vidas se ven afectadas como resultado, sino también para los ciudadanos por los cuales los gobiernos dicen actuar”.
La creciente tendencia del uso de medidas disuasorias por parte de los gobiernos es otra gran preocupación, ya que en algunos casos se han convertido en “políticas deliberadas de tratamiento cruel, inhumano y degradante en contra de las personas que huyen de circunstancias similares en primer lugar”.
“No hay justificación para tener a las familias separadas, o para mantener a las personas refugiadas en el limbo, o en sitios de detención sub estándares en territorios extraterritoriales, o confinadas en áreas fronterizas”.
“Una persona refugiada es una persona refugiada”.
“Tratar a los seres humanos de esta forma no es solo perjudicial para ellos, sino también para la sociedad en general, ya que los efectos llevan a la deshumanización de los individuos y la brutalidad de la sociedad como un todo”.
La violencia sexual y de género continúa siendo una de las principales causas para huir, al igual que un factor que pone a las personas en un serio riesgo durante el recorrido. Esta toma muchas formas, como violaciones, agresiones sexuales, violencia doméstica, matrimonio infantil y explotación sexual.
Türk hizo referencia al creciente número de niños refugiados, quienes conforman más de la mitad de los 22,5 millones de refugiados del mundo.
Únicamente el año anterior, 64.000 niños no acompañados y separados fueron aprehendidos en la frontera de México con los Estados Unidos. Además, más de 2,4 millones de refugiados sirios eran niños y más de un millón huyó de Sudán del Sur.
Él habló del uso del lenguaje y los nombres que se usan para referirse a los refugiados, por ejemplo “intrusos”, o etiquetarlos como terroristas o criminales.
“Los temas emocionalmente cargados son usados para ganar votos, para mal informar o como chivo expiatorio, a menudo en una forma que deshumaniza, crea divisiones o polariza”, dijo él.
Se utiliza una variedad de términos para referirse a los refugiados, por ejemplo “personas indocumentadas” o “migrantes vulnerables”, posiblemente con la idea de hacer un caso más grande por los derechos de todas las personas en movimiento. Sin embargo, esto ha causado confusión y “de forma inadvertida da material a las personas que desean socavar los derechos de los refugiados”.
“Tengo que decir que, aparte de la errónea descripción legal, considero que es inapropiado presentar a las personas como subconjunto de algo, ya sea migrantes o algo más”, añadió. “Una persona refugiada es una persona refugiada”.
“El derecho internacional de los refugiados brinda salvaguardas para proteger a quienes están en necesidad de protección internacional”.
En algunos círculos académicos e internacionales se ha puesto de moda argumentar que el sistema de asilo se ha descompuesto, pero a menudo estos argumentos no se sostienen.
“Reabrir la discusión de lo que ha sido la base de la protección internacional por casi siete décadas puede convertirse en un ejercicio para debilitar los estándares existentes, reduciéndolos al más bajo común denominador, de nuevo, para el detrimento de millones de personas que deben depender de este sistema para sobrevivir”, dijo él.
Türk rindió tributo a los esfuerzos que se hacen para la promoción de una existencia pacífica en las comunidades de acogida.
“En Líbano, Irak y Chad, los proyectos de desarrollo humano, como la construcción y la mejora de escuelas y espacios para niños, clínicas, instalaciones de agua y saneamiento en áreas donde viven los refugiados, benefician tanto a las comunidades refugiadas como a las de acogida, lo que reduce las potenciales tensiones entre ellas”, dijo él.
Él motivó a “la silenciosa mayoría y quienes están en la cerca”, para que los asuntos de los refugiados se conviertan en un asunto “de toda la sociedad”.
Él añadió que era alentador que más de 1,5 millones de personas hayan firmado la campaña #ConLosRefugiados del ACNUR en apoyo a acciones para asegurar educación, albergue, empleos y capacitación para los refugiados.
La seguridad y la protección deben ir de la mano y una no va a ser posible sin la otra.
“El derecho internacional provee salvaguardas para proteger a quienes están en necesidad de protección internacional de la persecución, huyendo del conflicto y la violencia, incluyendo el terrorismo; al tiempo que considera los intereses de seguridad de los países de acogida y sus comunidades”. Él recalcó que los refugiados a menudo son las primeras víctimas del terrorismo.
“No hay duda de que el multilateralismo es la opción para el futuro”.
A largo plazo, el ciclo de desplazamiento debe romperse, dijo él.
“De alguna manera, una comprensión más amplia de las soluciones, que incluye abordar las causas fundamentales, las necesidades inmediatas y el desarrollo a más largo plazo, podría ser una vía para lograr esto”.
Idealmente, esto significa evitar que los problemas surjan en primer lugar al abordar las causas fundamentales del desplazamiento. Estas son a menudo el resultado de la falta de buen gobierno y el funcionamiento efectivo del Estado.
“Desafortunadamente, en demasiadas situaciones nos enfrentamos a enormes desigualdades, falta de rendición de cuentas hacia la población y explotación masiva y sin control de los recursos naturales a expensas de las poblaciones locales. En un mundo cada vez más interconectado, estas cuestiones no están aisladas, sino que nos afectan a todos”.
El acceso a la educación y la promoción de la autosuficiencia fueron parte de la solución. De los seis millones de refugiados en edad escolar, 3,7 millones no tienen acceso a la educación; y aún los niños refugiados que pueden ir a la escuela suelen perder de tres a cuatro años de escolaridad.
“A largo plazo, el acceso sostenible a la educación nacional es clave para asegurar que los niños refugiados tengan acceso a exámenes acreditados, la promoción de la cohesión social, la inversión en programas e infraestructura existentes...”
Para quienes eventualmente desean regresar a su país de origen, después de muchos años en el exilio, la decisión a menudo está llena de dificultades.
“Si las personas desean regresar en tales circunstancias, tienen el derecho de hacerlo, y la responsabilidad del ACNUR en tales circunstancias es hacer todo lo posible para garantizar que su decisión sea libre e informada y que puedan acceder al apoyo esencial que necesitan al llegar a su país de origen”, agregó Türk.
En su conclusión, dijo que basándose en la experiencia del CRRF, nuestro trabajo para el Pacto Mundial sobre Refugiados del próximo año ayudará a mantener el impulso.
“No hay duda de que el multilateralismo es el camino del futuro y está en el interés nacional específico de cada país. Esto es más evidente en el contexto de los refugiados”.
Por Andrew Dobbie