Con los intensos combates en Al Raqqa y Deir ez-Zor aumentan las preocupaciones para civiles sirios
GINEBRA, Suiza, 13 de octubre de 2017 (ACNUR).- La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, se muestra profundamente preocupada por la seguridad y el bienestar de la población civil en la ciudad de Al Raqqa, donde unas 8.000 personas permanecen atrapadas por los combates.
Quienes logran escapar hablan del deterioro de las condiciones de vida dentro de la ciudad. Los alimentos, el agua, las medicinas y la electricidad son escasos. ACNUR reitera su llamamiento para que se permita a los civiles atrapados un paso seguro para alcanzar seguridad, albergue y protección. Los habitantes de Al Raqqa deben tomar una decisión imposible: quedarse en una ciudad sumida en el conflicto o huir de la misma atravesando zonas de combate. En ambos casos, corren peligro de muerte.
Cerca de 270.000 personas huyeron de sus hogares en la provincia de Al Raqqa desde principios de abril. La mayoría de ellos, unos 209.000, siguen desplazados dentro de la provincia, mientras que hasta 40.000 han encontrado albergue en Alepo, 13.000 en Idleb, 6.600 en Deir ez-Zor y 1.400 en Hama.
En la provincia vecina de Deir ez-Zor, ACNUR está igualmente alarmado por los combates en curso y sus consecuencias para los civiles. Sólo en la primera semana de octubre, se calcula que unos 95.000 hombres, mujeres y niños fueron desplazados por los combates, dirigiéndose a 60 lugares diferentes en la provincia, así como en las provincias cercanas de Al-Hassakeh, Al Raqqa y Alepo.
ACNUR ha reforzado los preparativos en los campamentos situados cerca de Al Raqqa y está ampliando el campamento de Ain Issa (a unos 45 km al norte de la ciudad de Al Raqqa) para que esté listo para recibir a más sirios desplazados de Al Raqqa y Deir ez-Zor.
ACNUR actualmente está ofreciendo albergue a más de 34.000 sirios desplazados internos en los campamentos de Ain Issa, Mabrouka, Areesha y Al Hol, que podrían recibir a más personas en caso necesario. La ampliación en curso de estos campamentos incluye trabajos de construcción y de mantenimientos, instalación de infraestructuras, pavimentación de carreteras e instalación de tiendas de campaña. Los campamentos son un espacio seguro donde las personas desplazadas pueden recibir ayuda, alimentos, agua, albergue, atención primaria de salud, educación y apoyo psicosocial.
Paralelamente, en el oeste del país, por primera vez en más de un año ACNUR ha logrado distribuir asistencia humanitaria de emergencia en varias ciudades en la región rural de Hama. El acceso a esta región había sido difícil debido a los combates, que causaron importantes daños, destruyeron infraestructuras, escuelas, hospitales y hogares, y que forzaron a decenas de miles de personas a huir de sus hogares. Se estima que 13.000 personas han regresado a la provincia de Hama entre enero y agosto de 2017, de los cuales unas 12.000 habrían vuelto a la ciudad de Suran. Esta semana ACNUR envió asistencia humanitaria a 3.200 familias (16.000 personas) que han regresado recientemente a Suran y las ciudades aledañas.
La distribución de material humanitario, especialmente de paquetes de preparación frente al invierno, son intervenciones esenciales en las zonas rurales frías y montañosas de Siria, donde el acceso a electricidad y otros servicios públicos sigue siendo muy limitado. En el marco de su programa de invierno, ACNUR está reforzando la entrega de asistencia a las personas necesitadas en Siria.