Nuevos combates causan decenas de miles de desplazados en Yemen
GINEBRA, Suiza, 10 de marzo de 2017 (ACNUR).- La intensificación de las hostilidades en el centro y el oeste de Yemen continúan forzando a cientos de miles de personas a huir de sus hogares, lo que ha llevado a muchas de ellas a luchar por sobrevivir en condiciones pésimas. En los últimos 6 meses se han registrado más de 62.000 desplazamientos.
En la costa oeste de Yemen, los recientes combates en la provincia de Taizz han dejado más de 48.400 personas desplazadas. La mayoría, cerca de 35.226, han huido dentro del propio Taizz o a la vecina Hudaydah (9.822). Muchos otros también se han visto desplazados a las provincias de Ibb (1.068 personas) y Aden (900 personas), mientras que ha sido menor hacia lugares como Al Dhale´e, Lahj, Abyan y Shabwah.
La mayoría de estos desplazados necesitan asistencia urgente y han encontrado refugio en espacios comunes y públicos, como escuelas y centros de salud; otros viven en edificios a medio construir o incluso al aire libre.
Se tiene información de que cierto número de desplazados –entre ellos muchos niños- sufre de malnutrición, mientras que otros sufren de estrés y necesitan asistencia psicosocial. El hacinamiento y las condiciones insalubres y precarias en las zonas afectadas por el desplazamiento están provocando brotes epidémicos, como enfermedades de la piel.
La Agencia de la ONU para los Refugiados, junto con otras organizaciones colaboradoras, ha respondido de forma rápida a las necesidades de los nuevos desplazados de Taizz, a través de la provisión de refugio y materiales de ayuda humanitaria para quienes llegan a los distritos de Hudaydah e Ibb.
La asistencia de emergencia de ACNUR, que incluye colchones, mantas, sets de cocina y cubos, ha beneficiado por el momento a 14.000 personas, junto con materiales para refugio de emergencia y tiendas que han sido entregadas para cubrir las necesidades de más de 18.000 personas. Se están planificando nuevas distribuciones de material para cubrir a más de 3.800 nuevos desplazados procedentes de Taizz.
Mientras siguen las hostilidades, ACNUR continúa reivindicando la necesidad de obtener acceso en Taizz a quienes lo precisen. ACNUR participó en una misión conjunta a finales del mes pasado que se desplazó al punto crítico de la provincia, el distrito de Mokha, en la que se comprobó que muchos de los desplazados vivían en condiciones espantosas, refugiados en escuelas públicas, centros de salud e incluso a la intemperie sin protección alguna. Tanto las familias desplazadas como las familias de las comunidades de acogida batallan contra la falta de asistencia básica y han manifestado que viven con miedo a la violencia.
Aunque ACNUR ya había proporcionado asistencia anteriormente en Taizz, la intensificación de las hostilidades en este momento está obstaculizando su acceso. ACNUR sigue pidiendo acceso sin restricciones y trata de activar una respuesta con todos los actores nacionales sobre el terreno.
Las comunidades de acogida locales también están al límite de su capacidad y bajo la presión de alojar a los nuevos desplazados. Sin incluir las decenas de miles de los recién desplazados, las provincias de Taizz, Hudaydah e Ibb acogen ya al 25% de la población total de desplazados internos de Yemen, es decir a 504.258 personas.
Por su parte, en el centro de Yemen, la reciente escalada del conflicto en la provincia de Dhamar, que limita con Sana'a, ha dejado miles de nuevos desplazados. Las hostilidades, provocadas por una disputa en el distrito Utmah de la provincia, han forzado a más de 13.902 personas a abandonar sus hogares por toda ella. Varios subdistritos a los que se han desplazado a estas personas continúan siendo inaccesibles, por lo que el número total de desarraigados podría ser mucho mayor. De entre aquellos registrados como desplazados, 6.978 personas tratan ahora de regresar a sus hogares.
Las principales carreteras hacia el distrito permanecen bloqueadas, dificultando el acceso a la población. Se ha informado de daños importantes a las infraestructuras civiles. La falta de instalaciones médicas adecuadas implica asimismo que los civiles heridos sólo pueden buscar tratamiento en el hospital general a 85 kilómetros de distancia.
Muchos de los desplazados por los combates necesitan urgentemente alimentos, refugio y medicamentos, y carecen de servicios adecuados de agua y saneamiento. Varias mujeres han reportado ansiedad y malnutrición. ACNUR se está movilizando para poder llegar a las familias desplazadas en esta zona.
Dado el escaso apoyo internacional a la respuesta humanitaria en Yemen, ACNUR está preocupado por su capacidad de respuesta tanto para los recientes como para los continuos desplazamientos en todo Yemen. Habiendo recibido solo el 7% de la financiación necesaria para la operación en todo el país, ACNUR solo puede atender las necesidades más urgentes.
La asistencia que proporciona ACNUR, incluyendo artículos no alimentarios y refugio, ha quedado delimitada únicamente para las nuevas oleadas de desplazamiento y no va a poder mantener las distribuciones regulares de ayuda humanitaria ni para los desplazados internos yemeníes que viven en centros colectivos y asentamientos informales.
Actualmente, en Yemen hay 2 millones de desplazados internos y un millón que han retornado a sus lugares de origen pero que siguen necesitando asistencia humanitaria. Para encarar las necesidades y responder a nuevas oleadas de desplazamiento ACNUR solicita mayor apoyo internacional para la respuesta en Yemen.