Mariam Mohamed, de 18 años, huyó de Nigeria después de que milicias de Boko Haram atacaran el pueblo en el que vivía. Ella logró llegar a Camerún, pero quedó separada de su familia, que huyó a Chad. Después de estar separados por más de dos años, la familia está reunida de nuevo. Pero no pueden volver a casa.
La vida es una lucha diaria para los miles de refugiados nigerianos que viven en el árido desierto del oeste de Chad. Ellos llegaron acá hace cerca de dos años, debido a los ataques de Boko Haram. Desde 2013, más de 2,7 millones de personas se han desplazado del norte de Nigeria, Camerún, Chad y Níger a causa de la insurgencia de Boko Haram.