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ACNUR celebra 60 años y llama a renovar compromiso hacia desplazados y apátridas

En su 60.º aniversario el ACNUR llama a renovar los esfuerzos en todo el mundo para hacer frente a los nuevos y crecientes problemas del desplazamiento y de la apatridia.

GINEBRA, 14 de diciembre (ACNUR) - El Alto Comisionado António Guterres marcó el 60.º aniversario del ACNUR, celebrado hoy, llamando a renovar los esfuerzos en todo el mundo para hacer frente a los nuevos y crecientes problemas del desplazamiento y de la apatridia.

En un discurso realizado en la sede de la agencia en Ginebra, Guterres advirtió que nuevos factores están causando los desplazamientos forzados actualmente. Resaltó que muchos de ellos no existían en el momento de la fundación del ACNUR o cuando fueron adoptadas las principales convenciones internacionales sobre refugiados y apatridia.

“Tradicionalmente, el ACNUR siempre ha apoyado a los refugiados, personas que cruzan una frontera a causa de conflictos o persecuciones”, dijo. “Pero ahora vemos que cada vez más personas cruzan las fronteras debido a la pobreza extrema, al impacto del cambio climático y a raíz de la interrelación de estos elementos con los conflictos. Así que existen nuevos patrones de desplazamiento forzado y la comunidad internacional tiene que ser capaz de hacer frente a esos desafíos”.
El ACNUR fue creado el 14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de la ONU. Su propósito original era encontrar una solución para el problema de los refugiados de la segunda posguerra, pero su labor se expandió rápidamente. En 1956 enfrentó su primera grande emergencia internacional, ocasionada por el flujo masivo de refugiados que huían de la represión de la revolución húngara por parte de las fuerzas soviéticas.

En la década de 1960, la descolonización en África produjo la primera de muchas crisis de refugiados en el continente por las cuales se necesitó la intervención del ACNUR. En las siguientes dos décadas, el ACNUR tuvo que brindar asistencia en las crisis de desplazamiento forzado en Asia y América Latina. Hoy la agencia lidia con las situaciones de desplazamiento más graves del mundo. La populación mundial de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo se estima en 43 millones de personas, la mayoría de las cuales está bajo el mandato del ACNUR.

Guterres indicó los desplazamientos que se originan en Somalia y Afganistán como ejemplos de problemas de refugiados del siglo XXI que se extienden a través de varias fronteras y requieren enfoques nuevos y globalizados para encontrar soluciones. También destacó que el fenómeno de la apatridia requiere una atención especial.

A pesar de los logros de los últimos 60 años, que incluyen dos Premios Nobel para la Paz, Guterres aprovechó la celebración del aniversario del ACNUR para concentrar la atención sobre los retos del futuro, que no se parecen a nada que la agencia haya enfrentado en el pasado.

“Creo que es muy importante reconocer que la acción del ACNUR ha representado, para muchas personas, la diferencia entre la vida y la muerte, una casa y no tener nada, la salud y una enfermedad a veces mortal, bien como la protección contra dramáticas violaciones de los derechos humanos”, dijo. “Tenemos muchas razones para estar orgullosos, pero también tenemos muchas más razones para estar preocupados con los desafíos que enfrentamos en el momento actual, conscientes de que, lamentablemente, las causas del conflicto y el desplazamiento no han desaparecido y los años por venir serán tan desafiantes como el pasado”.

El año del 60.º aniversario del ACNUR, que comienza esta semana, coincide con otros importantes aniversarios: el 60.º aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 (28 de julio de 2011), el 50.º aniversario de la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 (30 de agosto de 2011) y el 150.º aniversario del nacimiento de Fridtjof Nansen, el primer Alto Comisionado para los Refugiados de la Sociedad de Naciones (10 de octubre de 2011).

En los próximos meses el ACNUR utilizará estas ocasiones para impulsar el fortalecimiento del marco legal internacional sobre el desplazamiento forzado y a la apatridia, inclusive mediante la promoción de nuevas adhesiones de los Estados a las principales convenciones sobre refugiados y apatridia.