República Democrática del Congo

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El coste del conflicto para los congoleños

El tratado de paz de 2003 puso fin a una larga y sangrienta guerra civil en la República Democrática del Congo, pero el sufrimiento de cientos de miles de congoleños que viven en la zona este del país, rica en recursos, no acaba ahí. Mientras en el resto de la RDC se vivía una relativa calma, oleadas de combates han estado azotando la provincia de Kivu Norte, donde la violencia generalizada y la falta de ley siguen siendo un problema diario.

En 2009 se firmó un acuerdo de paz entre los militares congoleños y los grupos armados del este, como el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), de etnia tutsi, pero a finales de 2011 la violencia volvió a la zona.

En abril de 2012 estallaron de nuevo los combates entre las fuerzas del gobierno en Kivu Norte y el movimiento rebelde M23, cuyos miembros habrían pertenecido al CNDP. Durante los cuatro meses siguientes las oleadas de combates produjeron un desplazamiento masivo dentro de la provincia, y obligaron a unas 44.000 personas buscaron protección en Uganda, 20.000 en Ruanda y 6.000 en Burundi.

Entre abril y noviembre de 2012 más de 600.000 personas se vieron forzadas a desplazarse por los combates en las provincias de Kivu Norte, Kivu Sur y Orientale, debido a los combates, la violencia, la persecución y los abusos de derechos humanos que se estaban produciendo, tales como violaciones, abusos sexuales, torturas, detenciones arbitrarias, asaltos, trabajo forzado, reclutamiento forzoso - incluso de menores - , violencia interétnica, saqueos, extorsiones y destrucción de propiedades.

La seguridad es uno de los principales problemas, especialmente en zonas donde se ha producido un vacío de poder por parte del gobierno congoleño, que ha sido aprovechado por grupos rivales como las milicias Mai Mai y los rebeldes de origen hutu del Frente Democrático para la Liberación de Ruanda (FDLR).

Las necesidades de protección, alojamiento y asistencia humanitaria son enormes en el este de la RDC, donde decenas de miles de personas viven en campamentos gestionados por el ACNUR y muchos más en asentamientos espontáneos o con familias de acogida. Se necesita apoyo para los centros de tránsito del ACNUR y los campamentos de refugiados del ACNUR en Uganda y Ruanda. En septiembre de 2012 el ACNUR lanzó un llamamiento complementario para dar respuesta a esta emergencia, pero la operación en la República Democrática del Congo y los países limítrofes sólo ha recibido un 40% de la financiación que necesita.