La ruta marítima a Europa

La ruta marítima a Europa

Con frecuencia se llama migrantes a las personas que arriesgan sus vidas para llegar a Europa, pero la crisis que se desarrolla en estos momentos en el Mediterráneo es principalmente una crisis de refugiados.

La gran mayoría de los miles de personas que realizaron la peligrosa travesía marítima hacia Europa a través del Mediterráneo en los primeros seis meses del 2015 huían de la guerra, los conflictos armados o la persecución.

Esto hace que la actual crisis en el Mediterráneo sea principalmente una crisis de refugiados, como lo señala un informe del ACNUR publicado el 1 de julio de 2015.

El informe detalla que un tercio de los 137.000 hombres, mujeres y niños que llegaron por mar a Italia o Grecia provenían de Siria, cuyos nacionales se considera casi universalmente que califican para el reconocimiento del estatuto de refugiado u otras formas de protección.

El segundo y tercer país más común de origen de las personas que arriban son Afganistán y Eritrea, y en la mayoría de los casos los nacionales de estos países casi siempre califican para el reconocimiento del estatuto de refugiado.

“Mientras Europa debate la mejor manera de manejar esta creciente crisis en el Mediterráneo, debemos ser claros: “La mayoría de las personas que arriban por mar a Europa son refugiados, que buscan protección de la guerra y la persecución” señaló António Guterres, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Los datos recibidos desde Grecia, Italia, Malta y España muestran un impactante aumento de un 83 por ciento en el número de refugiados y migrantes que cruzaron el Mediterráneo entre enero y junio del 2015. 137.000 personas en comparación con 75.000 en el mismo periodo en el año anterior.

Históricamente, las travesías aumentan en la segunda mitad del año, especialmente en los meses de verano, así que se espera que los números continuarán aumentando. Los arribos en la segunda mitad del 2014 fueron casi el doble de los observados en la primera mitad.

Las muertes también se elevaron a cifras record en abril de 2015, y luego disminuyeron dramáticamente en mayo y junio. Entre enero y marzo se ahogaron o desaparecieron 479 refugiados y migrantes, en contraste con los 15 casos sucedidos en los tres primeros meses del año anterior.

En abril, la situación fue especialmente grave. En una serie de naufragios, 1.308 refugiados o migrantes se ahogaron o perdieron la vida, un número sin precedente de personas en un solo mes, comparado con las 42 muertes en abril de 2014.

La mayoría de las personas que llegan por mar a Europa son refugiados que buscan protección de la guerra y la persecución.

En mayo, el número de refugiados o migrantes ahogados o desaparecidos en el mar descendió a 68, un cuarto de la cifra de 226 fallecidos un año antes. La tendencia descendente continuó en junio, mes en que ocurrieron 12 muertes en comparación a las 305 sucedidas en el 2014. Sin embargo, esto significa que en los primeros meses del año se informó de la muerte de 1.867 personas ahogadas o desaparecidas en el mar.

“La disminución de los ahogamientos en los últimos dos meses es esperanzadora; una señal que con las políticas adecuadas, apoyadas por una respuesta operativa efectiva, es posible salvar más vidas en el mar” señaló Guterres. “Sin embargo, debemos estar atentos. Para los cientos de refugiados y migrantes que continúan cruzando el Mediterráneo cada semana, los riesgos permanecen muy reales”.

El informe muestra que la ruta por el este del Mediterráneo, desde Turquía hacia Grecia, ahora ha sobrepasado a la ruta del centro del Mediterráneo, desde el norte de África hacia Italia, como la principal fuente de los arribos marítimos.

La mayoría de las personas que arriban a Grecia son refugiados provenientes de Siria. Muchos huyeron primero a los países vecinos, como Turquía y Líbano.

Pero luego de años de cada vez más presiones e insuficiente apoyo internacional, las economías e infraestructura de muchos de los países que acogen refugiados están enfrentando dificultades para manejar esta situación, haciendo que sea cada vez más difícil para los refugiados encontrar trabajo, viviendas, acceder a la salud y a la educación. En la medida que los llamados humanitarios para recaudar fondos para ayudarlos sigan sin fondos suficientes, muchos no tienen más opción que seguir desplazándose.

Luego de llegar a Grecia, donde una infraestructura limitada ha significado condiciones inadecuadas de recepción de las personas recién llegadas, muchos refugiados e inmigrantes continúan su viaje a través de la Ex República Yugoslava de Macedonia y Serbia hasta Hungría, y continúan desde ahí.

Los países europeos deben asumir una parte justa al responder a la crisis de refugiados, tanto en sus países como en el extranjero

El informe muestra que cada día, un promedio de 1.000 personas ingresan a la antigua República Yugoslava de Macedonia y Grecia comparado con los 200 ingresos unas pocas semanas atrás. Hay frecuentes informes de abusos y violencia a lo largo del camino por parte de los traficantes y las redes criminales. 

“Europa tiene una clara responsabilidad de ayudar a quienes buscan protección de la guerra y la persecución”, señaló Guterres. “Negar esta responsabilidad es amenazar la piedra angular del sistema humanitario que Europa trabajó tan duro para construir. Los países europeos deben asumir su parte de la carga al responder a esta crisis de refugiados, tanto en sus países como en el extranjero”.