Theo James

© ACNUR/Paul Wu

“Somos conscientes de lo compleja y política que es la crisis de los refugiados. Pero conocer a estas familias, estos padres y madres que luchan en medio de una de las mayores crisis humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial fue más de lo que esperaba. Estas son personas como tú y como yo, y huyen de su país por necesidad”.

El actor y Colaborador de Alto Perfil, Theo James, viajó a Grecia en su primera visita con el ACNUR en junio de 2016. Theo tiene una historia muy personal que lo conecta con la situación de los refugiados. Su abuelo, el Dr. Nicholas Taptiklis, huyó de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, realizando su viaje en bote y después por tierra, a traves de Turquía, hasta Damasco, Siria. Inmediatamente después del final de la Segunda Guerra Mundial, el Dr. Taptiklis trabajó en Gottingen, Alemania con la Organización precursora de la Agencia de la ONU para los Refugiados, combatiendo la tifoidea y la tuberculosis en los campamentos de refugiados.

En Grecia, Theo aprendió más sobre el trabajo del ACNUR y la situación de los refugiados. Actualmente hay más de 57.000 refugiados en Grecia, después del Acuerdo de la UE con Turquía y el cierre de la frontera.

Theo dijo, “La misión con el ACNUR me caló personalmente pero más importante aún, me abrió los ojos. Somos conscientes de lo compleja y política que es la crisis de los refugiados. Pero conocer a estas familias, estos padres y madres que luchan en medio de una de las mayores crisis humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial fue más de lo que esperaba. Estas son personas como tú y como yo, y huyen de su país por necesidad. La única otra opción para ellos es la guerra y la muerte. El trabajo del ACNUR con sus socios, el Gobierno de Grecia y su población es imperativo para los refugiados y su legado”.

 

Theo continuó diciendo, “Conocimos a Rafi en el centro de emergencia de Alexandreia en el Norte de Grecia. Rafi es un chico brillante e inteligente de tan solo 17 años, y ha pasado los últimos tres años buscando seguridad con su familia. A pesar de haber perdido gran parte del hueso de su codo derecho y su rodilla izquierda durante un bombardeo en Siria, él continua siendo positivo. Claro que a veces él se siente frustrado, pero mira el futuro con esperanza y resiliencia. Él quiere vivir en Francia porque aprendió algo de francés en la escuela y disfruta el idioma. Espero que lo logre”.