Una red de seguridad
Generalmente los gobiernos garantizan los derechos humanos básicos y la seguridad física de sus ciudadanos, pero cuando las personas se convierten en refugiados o son apátridas esta red de seguridad desaparece. Las personas que huyen de la guerra o de la persecución a menudo están en una situación muy vulnerable, y muchas veces no cuentan con la protección de su propio Estado.
Utilizando la Convención de 1951 como su herramienta más importante, el mandato principal del ACNUR es garantizar la protección internacional de aproximadamente 46 millones de personas desarraigadas y apátridas en el mundo. La Convención promociona los derechos humanos básicos de los refugiados y la no devolución contra su voluntad a un país donde sufran persecución. Les ayuda a repatriarse a su país de origen cuando las condiciones así lo permitan, a integrarse en los países de asilo o a reasentarse en terceros países.
El ACNUR promociona los acuerdos internacionales sobre los refugiados, colabora con los Estados en el establecimiento de estructuras de asilo y actúa en calidad de observador internacional en relación con los asuntos relacionados con derecho de asilo y refugiados.
La protección internacional puede ser definida como el conjunto de las actividades destinadas a asegurar el acceso igualitario y el disfrute de los derechos de mujeres, hombres, niñas y niños bajo la competencia del ACNUR, de acuerdo con los instrumentos legales pertinentes, incluyendo el derecho internacional humanitario, el derecho de los derechos humanos y el derecho internacional de los refugiados.
La protección internacional de los refugiados comienza por garantizar su admisión en un país de asilo seguro, garantizar el reconocimiento del asilo y asegurar el respeto de sus derechos fundamentales, incluyendo el derecho a no ser regresado forzosamente a un país donde su seguridad o supervivencia estén amenazadas (principio de no devolución, o non refoulement). La protección termina sólo con la obtención de una solución duradera, como la repatriación voluntaria y en condiciones dignas y seguras al país de origen, la integración local en el país de acogida, o el reasentamiento a un tercer país de asilo.
En muchos países el ACNUR trabaja tanto en entornos rurales como urbanos, en campamentos como en zonas de frontera para proporcionar protección legal y física y reducir los riesgos de violencia - incluyendo la violencia sexual - enfrentados por muchos refugiados, aun en los países de asilo. El ACNUR y sus socios también trabajan en situaciones de emergencia para responder a necesidades básicas de alojamiento, alimentación, agua y asistencia médica, tomando en especial consideración las necesidades de mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.