África

Perfil de las operaciones regionales 2016 - África. © ACNUR

Perfil de las operaciones regionales 2016 - África

Entorno de trabajo

  • Para inicios de 2015, había cerca de 16,8 millones de personas de interés del ACNUR en África Sub-Sahariana. Este número aumentó en decenas de miles de personas durante el año, en gran parte debido a la continua crisis humanitaria en la República Centroafricana, Nigeria y Sudán del Sur. El número también creció con el inicio de nuevas emergencias en Burundi, afectando a la República Democrática del Congo, Ruanda, la República Unida de Tanzania y Uganda; así como la emergencia en Yemen, que afectó mayormente a Yibuti y Somalia. Para finales de 2015 en África, más de 18 millones de personas eran desplazadas.
  • En la región del Este y el Cuerno de África, más de 1,7 millones de personas son desplazadas internas en Sudán del Sur, y más de 620.000 sursudaneses buscaron seguridad en Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda. Mientras que se han identificado terrenos para localizar el gran número de personas desplazadas, la presión para hacer frente a la afluencia cae sobre las comunidades de acogida.  Una emergencia de nivel 3 que se declaró en febrero de 2014 continuaba vigente para finales de 2015.
  • Desde marzo de 2015, el conflicto en Yemen no ha disminuido, con movimientos continuos de refugiados hacia Yibuti, Etiopía, Somalia y Sudán. Se designó un coordinador regional de refugiados en Yemen, y durante el 2016, el ACNUR continuó coordinando la respuesta interagencial para la situación del Cuerno de África. 

Objetivos estratégicos

El ACNUR ha enfocado su estrategia para África en las necesidades de protección y asistencia más urgentes: planificación y respuesta a emergencias, identificación de soluciones innovadoras para situaciones prolongadas, promoción de asociaciones con agencias e instituciones que pueden ayudar a llenar esos vacíos. Para el 2016, la Oficina responde las necesidades de las personas de interés en la región por medio de:

  • Abordar las necesidades de protección de las personas de interés,
  • fortalecer la preparación y respuesta ante emergencias,
  • procurar soluciones duraderas,
  • trabajar para terminar con la apatridia,
  • enfocarse en alternativas para los campamentos y,
  • brindar liderazgo en situaciones de desplazamiento interno.

El acceso humanitario a las poblaciones con necesidades se vio obstaculizado en la mayoría de las situaciones que aún están afectadas por conflictos, más notablemente en Burkina Faso, Camerún, la República Centroafricana, Chad, la República Democrática del Congo, Malí, Níger, Nigeria, Somalia y Sudán del Sur. Esto llevó a un vacío en los servicios brindados, a mayores niveles de malnutrición y de mortalidad, y una posibilidad de más desplazamientos.

En general en el 2015, menos refugiados que en cualquier otro momento encontraron soluciones para el desplazamiento. En África, el número de quienes lograron retornar a sus hogares, disminuyó. Sin embargo, los retornos de Liberia a Costa de Marfil se reiniciaron después de que el brote de ebola terminara en la segunda mitad de 2015. La cantidad de refugiados reasentados también fue mayor que en años previos, cerca de 25.000 refugiados, mayormente de la República Democrática del Congo y Somalia, fueron reasentados principalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Suecia.

Se buscó la integración local en toda África, con cerca de 200.000 ex refugiados de Burundi que huyeron de su país en 1972, y que se naturalizaron como residentes de la República Unida de Tanzania en 2015. Se han realizado más esfuerzos con respecto a refugiados de Angola, particularmente en Zambia, para cerrar finalmente el capítulo de desplazamiento prolongado.

En años recientes, el ACNUR ha fortalecido sus relaciones de trabajo con socios de desarrollo no tradicionales, como el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Mundial, con el fin de promover desarrollo en áreas de acogida de refugiados. En 2015, el ACNUR trabajó con el Banco Mundial para atraer apoyo para servicios en las áreas de agricultura, educación, salud y acceso al mercado en áreas que acogen refugiados, y que cuentan con pocos recursos. En 2015 se realizaron propuestas a la República Democrática del Congo, Kenia, Tanzania, Uganda y Zambia.

En octubre de 2015, el ACNUR y la Unión Europea copresidieron una conferencia ministerial para recaudar apoyo para refugiados somalíes. Los donantes prometieron cerca de $105 millones de dólares para apoyar un plan de acción para la sostenibilidad de los retornos y la reintegración de refugiados somalíes de Kenia a Somalia. El plan se implementará en los próximos dos años. 

Desafíos 

La continuidad de los conflictos y la violencia, en particular en la República Centroafricana, Camerún, Chad, el este de la República Democrática del Congo, Kenia, Malí, Níger, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Sudán, obstaculizan el acceso del ACNUR y sus socios, quienes luchan por brindar protección y asistencia en la región. En algunas áreas, los ataques a trabajadores humanitarios han impedido o atrasado las acciones humanitarias, y han dejado a decenas de miles de desplazados son productos y servicios esenciales, como comida y albergue. Las actividades terroristas e insurgentes también han creado un ambiente de restricciones tanto para las comunidades desplazadas como para las de acogida.

Las limitaciones logísticas causan grandes obstáculos de acceso en países con infraestructura pobre, falta de caminos transitables durante inclemencias del tiempo, y retenciones administrativas en puntos de envío. Además, los patrones climáticos extremos que sufre la región suelen crear dificultades adicionales para los refugiados, desplazados internos y comunidades de acogida. Las inundaciones, sequías, y otras condiciones climáticas difíciles a menudo limitan la producción agrícola, el acceso y la disponibilidad de recursos para las personas de interés del ACNUR, obstaculizando la resiliencia y los esfuerzos por lograr medios de vida.

En 2015 en la región africana, el ACNUR estableció 12 nuevos campamentos y expandió otros 7 para responder a la emergencia de los refugiados. Es importante hacer notar que en varios países de acogida donde el número de llegadas es muy alto, los recién llegados se están acomodando fuera de campamentos, se están buscando terrenos adicionales para el establecimiento de más campamentos. La sobrepoblación de estos lugares debido a nuevos movimientos ha sido un problema crítico que la Oficina lucha por solucionar. 

Información financiera 

El presupuesto que el Comité Ejecutivo aprobó inicialmente para la región africana era de $2.169 millones de dólares. Para finales de 2015, el presupuesto revisado aumentó a $2.775 millones de dólares.

En 2015, las emergencias representaron casi la mitad de los requerimientos de África, principalmente por las necesidades adicionales, incluyendo la situación de Burundi (necesidades suplementarias de $207 millones de dólares), la situación de Nigeria (necesidades suplementarias de $91 millones de dólares), la situación de Sudán del Sur (necesidades suplementarias de $248 millones de dólares) y la situación de Yemen (necesidad suplementaria de $39 millones de dólares).

El total de contribuciones voluntarias recibidas para la región de África ascendió a $979,7 millones de dólares, dejando el 65 por ciento de las necesidades de la región insatisfecha. Si bien el ACNUR pudo consolidar su respuesta en algunas operaciones importantes, las nuevas crisis requieren una acción inmediata y, en el caso de la situación de Burundi, la movilización de gran cantidad de personal y activos.

Nunca antes en su historia, África había tenido un número de personas desplazadas tan grande. En los últimos cinco años, la proporción de los recursos del ACNUR existentes para las personas de interés en África ha sufrido una caída. Como ejemplo, sólo en Etiopía, casi 750.000 los refugiados de vieron afectados por las reducciones en las asistencias alimentarias en el año 2015. La situación alimentaria tiene un impacto en la protección de las personas de interés del ACNUR, sobre la tasa de asistencia de los niños en las escuelas y en el trabajo infantil, por nombrar sólo algunas de las consecuencias.