Antiguo “niño perdido” de Sudán y modelo a seguir, encuentra una causa ayudando a los refugiados con ACNUR
El actor y modelo, residente en Estados Unidos, Ger Duany se convirtió en colaborador de alto perfil del ACNUR en marzo de 2014. Como uno de los miles de antiguos “niños perdidos” de Sudán, Ger está muy calificado para promover la comprensión y la toma de conciencia sobre los desafíos que enfrentan millones de personas desplazadas a la fuerza en el mundo.
Nacido en la ciudad de Akobo en lo que ahora es Sudán del Sur, quedó atrapado en la guerra civil norte-sur de Sudán. Quedó separado de su familia y fue reclutado a la fuerza como niño soldado, como miles de otros niños durante el conflicto entre 1983-2005.
Duany logró escapar hacia la vecina Etiopía cuando tenía 14 años y eventualmente fue reasentado a los Estados Unidos desde el campamento de refugiados de Dadaab en Kenia. En esa época, el activista por la paz no podía ni leer ni escribir en inglés, pero terminó completando hasta la educación universitaria en su nueva patria.
Había ganado una beca para jugar básquetbol, pero tuvo una lesión. Mientras estaba en recuperación, Duany fue contratado por casualidad para actuar en el film de David O. Russell “I ♥ Huckabees”. Ahí se hizo amigo del actor Mark Wahlberg y el director Russell e inició una exitosa carrera como actor y modelo masculino. Ha actuado como refugiado en tres filmes y dirigido un documental sobre su propia vida, llamado “Ger: Estar separado”.
Duany se considera afortunado y está decidido a ayudar a otros en Sudán del Sur, donde la violencia que resurgió en diciembre de 2013, ha desplazado a cientos de miles de personas. Está además muy agradecido con ACNUR por haberlo ayudado cuando era un joven refugiado en Etiopía y Kenia y por reunirlo con su madre y otros miembros de su familia en el campamento de Kakuma, Kenia, en el 2014.
Dice que le parte el corazón que los niños en Sudán del Sur, que obtuvo la independencia recién en el 2011, estén sufriendo la pesadilla de los asesinatos, la destrucción y el caos, mientras que en el resto del mundo los niños van a la escuela. Él quiere, como colaborador de alto perfil, convertirse en una voz para los refugiados y mostrarles a las personas desplazadas que pueden sobreponerse a la adversidad.