La comunidad internacional se hace cargo del problema

El Alto Comisionado para los Refugiados de la Sociedad de las Naciones

Si bien las Naciones Unidas ha enfrentado la "cuestión refugiados" desde el principio de su actividad, y aun antes de su creación formal, la comunidad internacional ya había asumido esta responsabilidad - estrechamente ligada al principio fundamental de defensa de los derechos humanos -mucho antes, casi a principios del siglo XX.

Puede decirse que el fenómeno de los refugiados y de los desplazados del siglo XX comenzó a principios de 1912, con las guerras balcánicas, asumiendo dimensiones más preocupantes con la revolución rusa y el fracaso de la contrarrevolución de 1917. En esa época, la asistencia a los refugiados y desplazados estaba en manos de organismos humanitarios, como la Liga de las Sociedades de la Cruz Roja.

La Sociedad de las Naciones, creada en 1919, no había tomado conciencia de las consecuencias, en términos de refugiados, de la Primera Guerra Mundial y no instituyó ningún mecanismo para afrontar el fenómeno. Sólo en agosto de 1921, después de una conferencia sobre este tema convocada por organizaciones humanitarias, la Sociedad de las Naciones decidió nombrar un Alto Comisionado para los Refugiados. La responsabilidad fue encomendada al Dr. Fridtjof Nansen, Representante de Noruega ante la Sociedad de las Naciones quien, desde 1919, había dirigido en nombre de este organismo la repatriación de prisioneros de guerra. El Dr. Nansen logró asegurar a los refugiados asistencia de parte de algunos gobiernos y agencias voluntarias, ideando también un documento de identidad especial destinado a quienes no poseyeran otros documentos, el llamado "Pasaporte Nansen", que fue reconocido por cincuenta y dos países.

Después de la guerra entre turcos y griegos de 1922, el Alto Comisionado Nansen se ocupó de un millón y medio de personas de origen griego que fueron trasladados desde el Asia Menor hacia Grecia y de medio millón de turcos a su vez transferidos en el sentido inverso. Fridtjof Nansen dirigió también la operación de asistencia de cuarenta mil armenios establecidos en Siria, así como la de búlgaros provenientes de la Tracia.

El 1° de enero de 1925 una parte del personal de la Oficina del Alto Comisionado fue transferido a la Organización Internacional del Trabajo (0IT) a fin de asistir mas adecuadamente a rusos y armenios en búsqueda de trabajo.

Mientras, el propio Alto Comisionado Nansen seguía siendo responsable de los asuntos legales y financieros. En 1929, la OIT, habiendo considerado cumplido su mandato luego de encontrar trabajo para cerca de sesenta mil personas, devolvió nuevamente estas responsabilidades al Alto Comisionado.

La Oficina Internacional Nansen para los Refugiados

En 1929, la Sociedad de las Naciones, intentando dar una base mas estable a las actividades del Alto Comisionado, decidió someter el servicio de la Oficina a la autoridad del Secretario General de la Sociedad de las Naciones, por un período inicial de un año a partir de enero de 1930. Mas tarde, se decidió crear una oficina autónoma, con un órgano directivo propio - la Oficina Internacional Nansen para los refugiados -que comenzó a trabajar en 1931.

Además de ocuparse de los "refugiados Nansen", la Oficina asumió también, a partir de 1935, la protección de los refugiados que dejaban el Saar luego de su anexión a Alemania. En 1938, la Oficina Nansen recibió el Premio Nobel de la Paz por su obra de asistencia a los refugiados.

El Alto Comisionado para los Refugiados de Alemania

El advenimiento del nacionalsocialismo en Alemania a principios de 1933 generó nuevos problemas de refugiados: los Judíos "no-arios" y los opositores del régimen. Alemania, miembro de la Sociedad de las Naciones, se oponía a que la competencia de la Oficina Nansen se extendiera a ellos, considerando que esto significaría una interferencia en los asuntos internos del país. En consecuencia, la Sociedad de las Naciones creó una administración "ad hoc" con sede en Londres, separada de la Sociedad de las Naciones pero operando en coordinación. Al frente de la Organización fue designado, en octubre de 1933, el estadounidense James C. McDonald, bajo la denominación de Alto Comisionado para los Refugiados de Alemania, con el mandato de asegurar a los perseguidos un reasentamiento en Europa o ultramar. La Convención de Ginebra de 1933 - uno de los primeros instrumentos jurídicos internacionales relativos a los refugiados- otorgaba a las personas bajo su competencia una condición similar a la de extranjeros privilegiados.

En diciembre de 1935 McDonald renunció al considerar que los problemas eran demasiado graves para ser resueltos por un organismo fuera de la Sociedad de las Naciones. Esta, decidió en febrero de 1930, designar un Alto Comisionado de la Sociedad de las Naciones responsable de los refugiados de Alemania, en la persona de Sir Neil Malcolm. Su mandato fue luego extendido hasta fines de 1938 e incluyó también los refugiados austríacos.

En enero de 1938, los refugiados eran cerca de 600.000 y el problema no había sido todavía resuelto. La Sociedad de las Naciones decidió que la Oficina Internacional Nansen para los Refugiados y el Alto Comisionado para los Refugiados de Alemania terminaran su actividad a fin del año, transfiriendo su competencia, a partir del 1° de enero 1939, a un nuevo Alto Comisionado de la Sociedad de las Naciones, con sede en Londres.

El Comité Intergubernamental para los Refugiados

Contemporáneamente, y a iniciativa del Presidente estadounidense Franklin Roosevelt, treinta y dos Gobiernos se encontraron en Evian, en julio de 1938, para crear un organismo que asegurara la emigración de cuantos quisieran abandonar los territorios ocupados por Alemania. Nace así el Comité Intergubernamental para los Refugiados (Intergovernmental Committee for Refugees - IGCR), con la participación de treinta y un Gobiernos y una Secretaría en Londres. A partir de 1939, una sola persona fue designada Director del Comité Intergubernamental y Alto Comisionado. Durante la Segunda Guerra Mundial y debido a la imposibilidad de operar en territorio alemán, el Alto Comisionado redujo notablemente su actividad, en tanto se acrecentó la del Comité Intergubernamental que se extendió a todo aquel que se encontrara obligado a abandonar su propio país porque su vida o su libertad estuvieran en peligro. El 31 diciembre 1940, junto con la Sociedad de las Naciones, se dio por concluido el mandato del Alto Comisionado. La actividad del Comité fue asumida, a partir de julio de 1947, por la Organización Internacional para los Refugiados (OIR).

La Administración de las Naciones Unidas de Socorro y Reconstrucción

Desde 1941 los Gobiernos aliados se preocuparon por asistir a las víctimas de guerra de los territorios ocupados, comenzando también la reconstrucción de las zonas devastadas por el conflicto. En noviembre de 1943, cuarenta y cuatro Gobiernos firmaban en Washington un acuerdo para constituir un organismo específicamente responsable de tales operaciones, denominado Administración de las Naciones Unidas de Socorro y Reconstrucción (United Nations Relief and Rehabilitation Administration - UNRRA. Mientras el Comité Intergubernamental para los Refugiados continuaba buscando alternativas de reasentamiento, la UNRRA organizaba la repatriación de todos los que deseaban y podían volver a su país de origen. Luego de terminar la guerra, la UNRRA fue llamada a asistir a las autoridades militares para repatriar a más de seis millones de personas.

La Organización Internacional para los Refugiados

Ya en 1945 la Conferencia de San Francisco, la misma que redactó la Carta de las Naciones Unidas, examinó la posibilidad de crear una nueva organización internacional para los refugiados. En febrero de 1940, la Asamblea General de las Naciones Unidas encargó al Consejo Económico y Social estudiar la cuestión.

El Consejo recomendó que la UNRRA y el Comité Intergubernamental fueran substituidos por una agencia especializada no permanente de las Naciones Unidas, responsable por todos las actividades relativas a los refugiados. Fue así instituida, en diciembre de 1940, la organización Internacional para los Refugiados (OIR), con el encargo de "llegar a una rápida, positiva y justa solución de los problemas de los refugiados y de los desplazados".

En funciones desde julio de 1947, la Organización Internacional para los Refugiados disponía de 5.700 personas y de un órgano directivo compuesto por representantes de Gobiernos. En el curso de su mandato, que debía terminar el 30 junio de 1950 pero que de hecho continuó hasta marzo de 1952, la OIR asistió a más de 1.000.000 personas. Cuando terminaron sus operaciones de repatriación, en enero de 1951, quedaban todavía algunos miles de refugiados que tenían posibilidades de ser reasentados en el exterior. A fin de facilitar el movimiento de los emigrantes en Europa, fue creado en 1951 en Bruselas el Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas (CIME), que, en noviembre de 1989, pasó a llamarse Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La Agencia de las Naciones Unidas de Socorro y Trabajo para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente – UNRWA

Otros dos organismos fueron instituidos en 1950 por las Naciones Unidas: la Agencia de las Naciones Unidas de Reconstrucción de Corea (United Nations Korean Reconstruction Agency - UNKRA), que operó hasta 1961, y la Agencia de las Naciones Unidas de Socorro y Trabajo para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East - UNRWA). Este último se ocupa actualmente de cerca de dos millones de refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y en la Franja de Gaza. Las principales actividades de la UNRWA comprenden la asistencia sanitaria, la instrucción y la asistencia básicas.

Finalmente, el 14 diciembre 1950, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba, mediante Resolución 428 (V) el Estatuto de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. El nuevo organismo entró en funciones el 1° de enero de 1951.

FRIDTJOF NANSEN (1861-1930)

Científico, valiente explorador de la región del Artico, diplomático y humanista, este eminente noruego fue uno de los grandes hombres de su tiempo, tal como le fue reconocido con la atribución del Premio Nobel de la Paz en 1922. Famoso en su patria y en el exterior por sus excepcionales calidades diplomáticas, su coraje y su integridad, era natural que fuera nombrado Representante de Noruega en la Sociedad de las Naciones.

Mantuvo esta responsabilidad desde la primera sesión hasta su muerte. Muy sensible a las tragedias, morales y físicas, causadas por la Primera Guerra Mundial, Nansen siempre luchó en la defensa de la paz y un futuro mejor para la humanidad. Con este espíritu llevó a cabo la primera gran operación humanitaria de la Sociedad de las Naciones, la repatriación de 450.000 prisioneros de guerra provenientes de veintiseis países, especialmente de Europa sur-oriental y de la Unión Soviética.

En agosto de 1921, fue nombrado por la Sociedad de las Naciones Alto Comisionado para los Refugiados, tarea que desempeñó sin darse tregua, renunciando por ello a su trabajo científico que tanto amaba. Particularmente destacable fue la acción emprendida por Fridtjof Nansen, a solicitud de la Cruz Roja Internacional, para recaudar fondos en favor de 30 millones de rusos amenazados de muerte por hambre en el terrible invierno de 1921.

Cuando en 1929 los Gobiernos expresaron la opinión de que la asistencia internacional a los refugiados debía cesar, Nansen impuso su punto de vista y decidió quedarse en su puesto con la sóla condición de que la ayuda a los refugiados fuese extendida por todo el tiempo necesario para terminarla.

LA MEDALLA NANSEN

A fin de mantener vivo el espíritu humanitario de Fridtjof Nansen y de promover un interés mayor por la causa de los refugiados, la Medalla Nansen fue instituida en 1954. Esta distinción ha sido otorgada, en el curso de los años, a personalidades del mundo entero que han rendido servicios excepcionales a la causa de los refugiados.

Por Antonella Gesulfo