Desde Hungría hasta Kirguistán, 60 años ayudando a los desplazados forzosos en el mundo
El 14 de diciembre de 2010 la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados celebró su 60.º aniversario, un hito significativo para una organización que fue creada para existir sólo durante pocos años. El ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) surgió después de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a las personas desplazadas por el conflicto en Europa.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados fue establecida el 14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con un mandato de tres años, de una manera optimista, para completar su trabajo y luego disolverse. El año siguiente, el 28 de julio, fue adoptada la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, el fundamento jurídico para la protección de los refugiados y el principal instrumento en guiar la labor del ACNUR.
En 1956 el ACNUR enfrentó su primera gran emergencia, cuando las fuerzas soviéticas acabaron con la revolución húngara, dejando como resultado cantidades de refugiados. Cualquier posibilidad de que la operación del ACNUR fuera momentánea desapareció con este hecho. En la década de 1960, la descolonización de África produjo la primera de numerosas crisis de refugiados en ese continente a raíz de las cuales fue necesaria la intervención del ACNUR.
Durante las siguientes dos décadas, el ACNUR atendió las crisis de desplazamiento en Asia y en América Latina. A finales del siglo hubo nuevos problemas de refugiados en África y se produjeron flujos importantes de refugiados en Europa como consecuencia de las guerras en los Balcanes.
A principios del siglo 21 el ACNUR intervino en los lugares dónde se vivían las mayores crisis de refugiados en África, tales como la República Democrática del Congo y Somalia, y en Asia, buscando soluciones para el problema treintañal de los refugiados afganos. Al mismo tiempo, se le ha pedido al ACNUR utilizar sus conocimientos y experiencia para ayudar también a muchos desplazados internos a raíz de conflictos.
De una forma menos visible, el ACNUR también amplió su papel para ayudar a los apátridas, una amplia categoría de personas a quienes pueden ser denegados sus derechos fundamentales, por no tener una nacionalidad. En algunas partes del mundo, como África y América Latina, el mandato original de 1951 ha sido reforzado gracias a acuerdos sobre instrumentos legales regionales. Además, en 2011 el ACNUR celebra el 50.º aniversario de la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961.
En 1954 la organización, recién instituida, ganó el Premio Nobel de la Paz por su trabajo pionero en ayudar a los refugiados en Europa. Su mandato acababa de ser extendido hasta finales de la década. Más de un cuarto de siglo después, en 1981, el ACNUR recibió por segunda vez el Premio Nobel, esta vez por asistir a los refugiados ya a nivel mundial, con una mención que ponía de relieve los obstáculos políticos enfrentados por la organización. Cuando fue instituido, el ACNUR apenas contaba con 34 funcionarios, ahora trabajan en la agencia 7.200 funcionarios nacionales e internacionales, 705 de los cuales en la sede de Ginebra. El ACNUR trabaja actualmente en 126 países y su personal está distribuido en más de 100 oficinas a nivel nacional o regional y cerca de 150 oficinas en el terreno, a menudo en zonas de difícil acceso.
El presupuesto de la agencia subió de los 300.000 dólares (USD) de su primer año de actividad a más de 3.000 millones de dólares en 2010. El ACNUR trabaja actualmente con más de 43 millones de personas de interés de la agencia: 27,1 millones de personas desplazadas internamente, 15,2 millones de refugiados, 6,6 millones de personas apátridas y más de 983.000 solicitantes de asilo. El ACNUR empieza en 2011 su séptima década de actividad, mientras parece poco probable que las necesidades humanitarias desparezcan.