Las microfinanzas implican la prestación de servicios financieros como ahorros, crédito, transferencias de dinero y microseguros a personas económicamente activas de bajos ingresos. Estos servicios generalmente están destinados a apoyar actividades productivas y se caracterizan por:
- Estar dirigido a emprendedores de bajos ingresos: Prestación de servicios a clientes de bajos ingresos, mujeres y hombres, con capacidad de generar medios de vida sostenibles, pero que carecen de acceso a servicios financieros.
- Préstamo adecuado al cliente: Acceso simple y conveniente a préstamos pequeños, a corto plazo y repetidos, usando sustitutos de garantías (por ejemplo, avales grupales o ahorro obligatorio) para motivar los pagos. Evaluación informal de los prestatarios, basada a menudo en referencias y un simple análisis de flujos de caja en lugar de los prolongados procedimientos de aplicación.
- Ahorro voluntario seguro: Servicios que faciliten los depósitos pequeños, facilidades de cobro y fácil acceso a fondos, ya sea independientemente o con otra institución.
Las microfinanzas son uno de los elementos para facilitar la autosuficiencia de los refugiados y la promoción de medios de vida sostenibles. Servicios como ahorros, créditos, transferencias de dinero y microseguros tienen el potencial de ser poderosas herramientas para promover medios de vida entre las poblaciones refugiadas, si existen y se satisfacen las condiciones mínimas para implementarlos. Estos servicios y productos pueden ayudar a salvaguardar los activos, construir capital financiero y presentar oportunidades económicas. Fuentes de crédito confiables pueden servir de base para planificar y expandir las actividades comerciales. El acceso a productos financieros como planes de ahorro, préstamos para aprendizaje o capacitación, seguros y remesas pueden ayudar a los refugiados a diversificar sus fuentes de ingreso para satisfacer sus necesidades básicas y hacer frente a las crisis económicas. Las microfinanzas también reducen la vulnerabilidad ante prácticas crediticias riesgosas o esquemas financieros inseguros.
Estas estructuras con frecuencia desaparecen durante las crisis. El ACNUR trabaja con las instituciones financieras, los socios y gobiernos locales y las comunidades de acogida para facilitar el acceso a servicios y productos donde estos existen y para ayudar a desarrollarlos donde no existen. Para trabajar eficientemente, estos servicios deben ser estables y confiables. Los refugiados deben poder ser capaces de confiar en quienes brindan los servicios para proteger sus activos y ayudarlos a construir capital financiero. Con frecuencia los servicios deben ir acompañados de cursos de alfabetización financiera para capacitar a las personas sobre el valor de los productos y como darles el mejor uso. La capacitación es especialmente importante en los casos en que los servicios disponibles en la comunidad de acogida difieren de aquellos disponibles en las comunidades de origen de las persona de interés del ACNUR.