En los últimos veinte años, el cantante y compositor Aidos Sagat ha ayudado a difundir la música pop en Kazajistán, mientras los países de Asia Central salían de décadas de dominio soviético. Parte del éxito de él y su grupo, Urker, aparte de tocar buena música, se debe a que cantan en kazako. En los últimos años Sagat se ha involucrado de forma creciente en actividades sociales y humanitarias, usando su popularidad e influencia para ayudar a los necesitados, incluyendo a las personas refugiadas y apátridas en su país.
Desde 2010, ha estado colaborando con el ACNUR para ayudar a los refugiados, con especial atención a los niños. Ha apoyado actividades educativas en artes y música para los jóvenes, organizado eventos gratuitos para niños refugiados, y ha ayudado a un talentoso joven músico refugiado a avanzar en su carrera. También ha participado en los eventos del Día Mundial del Refugiado, hablando de la situación de los refugiados y promoviendo la tolerancia y al respeto hacia las personas desplazadas forzosamente y apátridas.