Cruda realidad
La relativa calma aparente de la ciudad portuaria de Buenaventura esconde los niveles de brutalidad que afectan sus calles. Grupos armados rivales marcan sus territorios y los residentes tienen cuidado de no cruzar estos límites. Quienes se equivocan y los cruzan, pueden hacer frente a muerte, mutilación, secuestro o violación.